El atroz crimen de Moraña suscita también conmoción en la cárcel de A Lama, donde David Oubel ingresó este pasado sábado. Desde la plantilla se subraya que "aquí la gente también tiene corazón, y lo ocurrido causó gran consternación", una circunstancia que ha obligado a poner en práctica protocolos para prevenir que el supuesto asesino sea agredido por internos. La llamada 'ley de la cárcel' suele fijar su atención en quien comete crímenes contra niños, razón por la que se han extremado medidas para proteger la integridad del por ahora únicamente imputado.

Varios trabajadores de la prisión han confirmado la aplicación de este procedimiento, así como del que trata de evitar autolesiones por parte del reo. Un plan que se aplica a autores de crímenes tan atroces como el que segó la vida de las pequeñas Amaia y Candela, de cuatro y nueve años de edad. Estas fuentes también indican que pese al horror que habría causado este hombre de 40 años, su actitud parece estar lejos de la del arrepentimiento. "Sigue como en una nube, como si no se hubiese dado cuenta de lo que ha hecho", aseguran desde la cárcel, incluso calificando su actitud de "muy prepotente".

Para David Oubel se han cumplido las primeras 48 horas en la prisión desde que la juez de Caldas decretó su ingreso en prisión. Así se había solicitado desde la Fiscalía al considerar que había indicios suficientes para su imputación por un doble delito de asesinato a menores de 16 años. Estos primeros días entre rejas podrían ser el inicio de una de las condenas más largas dictadas hasta ahora, puesto que éste será el primer caso en el que, previsiblemente, se solicitará la pena de prisión permanente revisable.