Cada uno de los miembros de un matrimonio que residía en el entorno de Pontevedra se enfrenta a una petición de condena de 30 años y medio de cárcel que reclama la Fiscalía como autores de dos delitos de agresión sexual continuada en la persona de dos de sus hijas menores de edad.

Según el escrito de acusación, ambos acusados vivían con sus cuatro hijos y desde el año 2008 el padre, en connivencia con su mujer, agredió sexualmente a la mayor de sus hijas cuando esta contaba con once años de edad. Asimismo, el escrito señala que durante 2009, en fechas que no pudieron ser concretadas, otra de sus hijas que seguía en edad a la anterior "fue también agredida sexualmente por los acusados". Aún no había cumplido diez años.

En noviembre de 2009 la Xunta de Galicia declaró el desamparo de los cuatro menores y asumió su tutela y en febrero de 2012 acordó la suspensión de las visitas que los procesados venían teniendo con sus hijos evitándose cualquier contacto con ellos. Más tarde, en 2013, el juzgado de Primera Instancia número 5 de Pontevedra acordó el acogimiento familiar permanente de los cuatro menores. Ambos procesados se encuentran en prisión provisional por esta causa desde el 30 de septiembre de 2013.

La fiscal los acusa a cada uno de ellos de dos delitos continuados de agresión sexual (por los que pide 15 y 13 años y medio de cárcel, respectivamente) y otro de obstrucción a la Justicia por el que reclama dos años de prisión. Además, pide que indemnicen a las menores con 60.000 y 30.000 euros, la retirada de la patria potestad durante el tiempo de la condena y que se se dicte alejamiento por espacio de 45 años. La Fiscalía quiere que el juicio se celebre a puerta cerrada para preservar la identidad de las víctimas.