El gobierno local tiene prisa por resolver uno de los asuntos más espinosos en cada inicio de mandato: el dinero que se destina a los órganos de gobierno, desde salarios por dedicaciones exclusivas hasta las dietas por asistir a los plenos. Apenas 48 horas después de su toma de posesión, el alcalde, Miguel Fernández Lores, convocó ayer a todos los portavoces municipales para lanzar su propuesta salarial para el inicio del mandato, que plantea asignar el BNG ocho dedicaciones exclusivas (incluida la del propio regidor), dos más para el PP y una para el PSOE, lo que deja fuera de ese reparto a Marea y Ciudadanos. Son dos menos de las existentes al final del pasado mandato y tres menos con las que arrancó en 2011. Los cuatro grupos de la oposición aplazaron a hoy su respuesta a esta oferta. De hecho, para esta misma mañana está convocada una segunda reunión de los portavoces para lograr un acuerdo, pero con consenso o sin él, el asunto será llevado a pleno el próximo jueves.

La propuesta elaborada por los nacionalistas incluye todo el sistema de organización interna de la corporación, desde la periodicidad de los plenos (que se mantendría en uno cada penúltimo lunes de cada mes) hasta el número de comisiones informativas, representantes municipales en los órganos colegiados, número de directores generales y, lo más conflictivo, los sueldos.

El reparto del BNG de dedicaciones exclusivas establece ocho para los doce ediles del BNG (aunque la cifra podría variar a lo largo del mandato) y tres más para la oposición, según el criterio de una por "cada cuatro miembros del grupo político o resto de tres", lo que supondría dos para el PP y uno para el BNG, pero ninguno para Marea (dos ediles) ni para Ciudadanos (un concejal).

De esas ocho dedicaciones nacionalistas una sería para el alcalde y otra para la primera teniente de alcalde, Carmen Da Silva, y parece claro que Vicente García Legísima y Pilar Comesaña quedarían, como ahora, al margen de ese reparto. Por su parte, la número dos de la lista y edil de Promoción, Anabel Gulías, podría no entrar todavía en esa lista a la espera de futuros "movimientos", en especial con César Mosquera y un hipotético cargo en la Diputación, y la jubilación como profesor de Raimundo González Carballo, que podrían dejar "hueco salarial" para dos concejales que ahora se quedarían sin sueldo. El todo caso, el Concello puede, legalmente, llegar a las 15 dedicaciones (cuatro más de las ahora propuestas) con lo que a lo largo del mandato puede haber variaciones.

El organigrama presentado ayer por el gobierno local incluye la conservación de las actuales cinco plazas de "asesores", o personal eventual de confianza. Se trata de un coordinador de la Alcaldía, un responsable de protocolo y otro de prensa, más un "auxiliar" para el BNG y otro para el PP, ya que solo se otorgarían a los grupos con más de seis miembros. En cambio, sí se plantea potenciar una categoría que en el pasado mandato había quedado reducida a la mínima expresión, la de los directores xerais. Lores quiere nombrar cinco, mediante el incremento de su salario actual en unos 5.000 euros anuales a otros tantos funcionarios ya existentes. Sería para Asuntos de la Alcaldía, Ordenación del Territorio y Urbanismo; Deportes; Gestión de la Movilidad y Protección Ciudadana; Obras y Servicios; y Sostenimiento de Espacios Públicos y Disciplina Ambiental.

Desde la oposición se evitó valorar ayer esta propuesta a la espera de las reuniones de cada grupo. Eso sí, parece que ya hay discrepancias en cuanto a la ubicación de los ediles en los plenos y todo apunta a que Marea no aceptará este reparto económico. Su portavoz, Luís Rei expresó la voluntad de su agrupación de "resolverse la organización interna por unanimidad" pero también aboga por reducir de forma notable el coste de la corporación y puso como ejemplo las decisiones de otras agrupaciones análogas a Marea en A Coruña o Barcelos.