El balance final sobre los hallazgos o errores de la etapa de Filgueira como alcalde corresponde al lector, señaló el periodista y colaborador de FARO Rafael López Torre, autor del libro "Filgueira Valverde. Crónica de una alcaldía", al dar a conocer esta obra que se entrega a partir de mañana con el diario decano y que contribuye a desvelar una de las facetas menos estudiadas de Filgueira: su paso por la Alcaldía. De este modo FARO se suma una vez más al homenaje de las Letras Galegas al ilustre pontevedrés y ahonda aún más en su compromiso con Pontevedra.

La disyuntiva de si fue un buen regidor "conlleva una carga muy fuerte de subjetividad. Mucho depende de la escala de valores y exigencias del juzgador. Yo he respondido a esa pregunta con la aportación de mucha información al respecto para que el lector se convierta en el propio juez". Son algunos de los temas que tuvieron cabida ayer en la presentación de la obra, un acto en el que participó la familia de Filgueira Valverde, encabezada por su hijas, y también representantes políticos como la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, o el vicepresidente de la Xunta Alfonso Rueda.

En el Café Moderno, escenario del debut, también se dieron cita muchas otras caras conocidas de la cultura gallega, como los arquitectos César Portela y Rafael Fontoira, el historiador Xosé Fortes Bouzán, el escritor Luis Rei o el director del Museo Provincial y discípulo de Filgueira Valverde, Carlos Valle. El director general de Salvamento Marítimo y exalcalde, Juan Luis Pedrosa, el subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, el director de la Escuela Naval, Juan Luis Sobrino Pérez Crespo, la delegada de la Zona Franca de Vigo, Teresa Pedrosa, ex director general de la extinta Caixa de Pontevedra, Carlos Velasco, o el presidente del puerto de Marín-Pontevedra, José Benito Suárez, también se sumaron a la presentación del libro. Ésta dará paso mañana al reparto en los quioscos, a 3,95 euros más el ejemplar del día.

El autor detalló su empeño por reunir información "muy documentada, limpia de polvo y paja y recogida de la forma más honesta posible, sin ninguna pretederminación". El resultado es una crónica que constituye una síntesis "de todo lo que quiso hacer Filgueira desde la alcaldía, lo que consiguió hacer y lo que no pudo lograr". Entre las incógnitas que se mantienen, "qué impidió finalmente el traslado del monasterio de Carboeiro a Pontevedra para convertirse en la iglesia parroquial de aquella barriada naciente", explicó en la presentación, "la operación contaba con los parabienes de Bellas Artes y de la Iglesia, pero llegado el momento nunca se ejecutó".

Tras analizar las actas de los años de Filgueira en la alcaldía, base de la investigación con las reseñas de la prensa del momento, el periodista apunta a la extrema tensión de los plenos relacionados con el urbanismo como la base de la renuncia de Filgueira, en un momento en el que el desarrollismo impacta en la ciudad y en el que se construyen los que aún hoy son los edificios más altos de Pontevedra. Es el periodo, añadió, en el que "cada propietario de un solar se consideraba con derecho a construir Las Torres".

Para López Torre la cara y la cruz de la gestión urbanística de Filgueira la representan la férrea protección del centro histórico y ese caos en la construcción del ensanche, mientras que la llegada de Celulosas a la ciudad fue "el sambenito que siempre lo persiguió" pero un tema en el que, afirma, apenas tuvo responsabilidad o, al menos fue exigua a lado del entonces todopoderoso gobernador civil, Ramón Encinas Diéguez, "al que no he escuchado pedir responsabilidades".

Cómo era la corporación y el funcionariado, la economía del Ayuntamiento, el Jaguar del alcalde, la compra de Pasarón o del Pabellón de los Deportes (que Filgueira situaba como sus mejores logros) o el establecimiento del CIR en Figueirido, clave para la posterior radicación de la Brilat en la comarca, son algunos de los capítulos de esta extensa crónica.

El teniente de alcalde Antón Louro, intervino en la presentación en uno de sus últimos actos públicos al frente de la Concellaría de Urbanismo y recordó que en los últimos meses "mucho se ha escrito y se ha dicho" sobre el "viejo profesor", como era conocido cariñosamente, pero " faltaba un acercamiento a Filgueira como alcalde, al hombre que, sin tener propósito de ello, llegó a la Alcaldía y vivió un momento de una profunda transformación de la ciudad... Después de la lectura de este excelente trabajo muchos tendremos una perspectiva más amplia de lo que fue y de lo que significó el alcalde Filgueira".

El autor, añadió, se refugia deliberadamente "en el relato de los hechos, relatos verídicos basados en fuentes y datos contrastables para que cada uno saque las concusiones que considere oportunas".

Antón Louro también agradeció a FARO "el empeño puesto en sacar adelante este volumen que viene a cubrir y echar luz a una época de la ciudad que hasta hubo cierta sombra periodística, pues el mandato de Filgueira coincide parcialmente con la etapa en la que no hubo prensa local y el FARO era el periódico con el que algunos niños aprendían a leer y los adultos se mantenían informados".

"Todavía no puedo opinar sobre la obra porque no la he leído", reconocía Araceli Filgueira, hija del polígrafo, "pero pienso que todo estudio que se haga sobre mi padre es buena cosa, siempre que se haga con objetividad y con datos".

La política es, señala "una etapa más" de una intensa biografía que incluye muchas facetas, otras mucho más conocidas que su paso por la Alcaldía, como su destacada labor en las instituciones culturales gallegas o en el Museo de Pontevedra. "Mi padre hizo mucho", resumió su hija, "y todo lo hizo por Pontevedra".

Por su parte, el director de FARO y anfitrión, Juan Carlos Dasilva, aseguró que el diario decano estaba obligado a contribuir "más que nadie" al homenaje que le rinde este año Galicia. Filgueira fue, recordó, "el gran amigo de FARO... Escribió su primer artículo en nuestro periódico en 1925, cuando solo tenía 19 años. Desde entonces y hasta sus últimos días no dejó de publicar con variada periodicidad". Juan Carlos Dasilva, que agradeció a la Concellería de Urbanismo su apoyo a divulgar "una etapa casi desconocida de nuestra historia reciente", también trajo a la memoria las palabras de Filgueira: "levo 84 anos lendo o FARO. De neno calquera xornal era para min un FARO".