Un itinerario artístico a partir de 170 obras realizadas entre 1944 y este mismo año, en las que Solveira explora diferentes técnicas, inspiraciones , soportes... Es el punto de partida de "Pedro Solveira. El eterno comienzo", la muestra que ayer abrió sus puertas en el Sexto Edificio y que propone un recorrido por el trabajo de un autor en plena madurez creativa.

Es, como recordó el conselleiro de Cultura, "uno de los grandes nombres de la plástica gallega que surgieron en el paso siglo" y que hoy gozan de reconocimiento internacional.

Comisariada por Carlos Solveira y Alicia Gómez, la muestra propone un repaso a la trayectoria de Solveira, repartiéndola en fases o grupos de obras: "Construtivismo dinámico", "Blanco sobre blanco", "Vuelos imposibles", los trabajos de ferro-oxidaciones sobre volúmenes.

Los encuentros con Malévich y la música o los dibujos y la obra figurativa tienen cabida en la selección.

Los responsables de la muestra recuerdan que se trata de una obra "que trasciende el espacio que le corresponde e invade al espectador en un juego medido de composiciones y geometría. Una selección que podría reunirse bajo el título e una de las secciones que el mismo dispone: "A pintura fóra de si, dentro do que cabe...".

Tras iniciarse como creador en los 40, a finales de los sesenta y tras varias exposiciones en España el artista inicia su andadura internacional: expondrá en países europeos, Estados Unidos, Asia.

Siempre explorando, en la década de los 90 inicia procesos de creación como el collage, elige la madera como soporte de una nueva concepción constructivista y aplica ácidos, sílices... Después surge su obra en metacrilato, en PVC... Y sigue trabajando en un eterno comienzo.