"Me he sentido bastante orgulloso", reconoce César Portela, al revisar sus 40 años de trabajo. "Moverte toda la vida en el campo de la construcción, con la corrupción que ha habido, pasar por ahí sin mancharte es un orgullo".

Asimismo, asegura que la publicación (que incluye reflexiones y textos sobre temas como Pontevedra o el movimiento Nunca Máis) también persigue contribuir "a restar espectáculo" a la arquitectura y mostrar como ésta ha de atender a aspectos económicos (hacer más con menos) y también a una labor social, "ayudar a construir territorio, barrio, ciudad, los espacios donde nos movemos"