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Juan Alonso Casalilla Galán: "Debe adoptar quien es capaz de encontrarse con lo que no espera y seguir amándolo"

El principal error de los padres, afirma, es "no ser capaz de renunciar a sus expectativas de comportamiento o de rendimiento académico"

El psicólogo Juan Alonso Casalilla Galán. // Rafa Vázquez

El psicólogo especializado en adopción Juan Alonso Casalilla Galán, profesional del área de Acogimiento Familiar y Adopción de la Comunidad de Madrid y autor de un manual para la valoración de la idoneidad en adopción y de una guía postadopción, fue ayer uno de los invitados al primer Congreso Galego de Adopción, donde más de medio centenar de profesionales de la salud y el derecho, representantes de administraciones, organizaciones de ayuda al menor y familias debaten sobre las novedades en la adopción.

-¿Cómo se ayuda a una familia a tomar una decisión responsable sobre la adopción?

-Con formación e información y, sobre todo, con un talante de escucha de qué es lo que quiere encontrar esa familia en la adopción; fundamentalmente hay que acompañarle en todo ese tránsito de toma de decisiones y dudas y hacer un acompañamiento eficaz, así se le puede ayudar.

-¿Quienes deben adoptar?

-Todas las personas que lo deseen y que estén legalmente, y el tema legal no vamos a entrar en ello, pero que estén legalmente posibilitadas para ello.

-¿Diría que también personas con resistencia a la frustración?

-No creo que sea tanto, sino flexibilidad para asimilar lo ajeno, flexibilidad para asimilar la diferencia, para encontrarse con lo que no espera, para cambiar incluso sus propias expectativas; no hablaría tanto de capacidad para frustrarse sino capacidad para flexibilizarse y cambiar, sería un eslogan fácil pero es así: debe adoptar quien es capaz de encontrarse con lo que no espera y seguir amándolo, como en cualquier relación humana consiste en ser capaz de asumir que el otro tiene una complejidad y que no va a ser siempre como uno espera.

-En este congreso se plantea que ya no es posible adoptar un bebé menor de 3 años, sano

-Si, todavía se puede adoptar un bebé sano.

-Esperando una década o dos

-Si, en determinadas circunstancias si, es un sistema de flujo complejísimo, en la sociedad de mercado estamos acostumbrados a ver que el sistema de flujo de productos, de bienes de consumo, es fácil de rastrear, uno produce 5.000 coches y sabe que si hay 5.000 clientes de coches los puede vender, pero esto depende de si se da una situación de desprotección, si en ese momento hay oferentes suficientes... Es muy difícil, si alguien piensa en adoptar el titular que debe llevar colgado en la frente es incertidumbre, incertidumbre en torno a las esperas e incertidumbre en torno a las relaciones, y quien no esté preparado para eso no puede.

-Se insiste en que hay que priorizar al niño ¿me tacharía de egoísta si le planteo que también sus padres tienen derecho a ser felices?

-De eso precisamente quería hablar en este congreso, de que hay que priorizar a las dos partes, las dos partes son legítimas efectivamente en querer ser felices y en el buen trato. Ahora bien, lo que dispara todo esto es el derecho del menor, y priorizar al menor como bien explicó aquí un abogado es poner las necesidades del chico por encima de las de los adultos, eso siempre es necesario, no tiene nada que ver con que no se eduque y se le permita cualquier cosa.

-Una vez realizada la adopción ¿se cae en el error de pensar que con cariño lo resolvemos todo?

-Como en toda relación con el cariño no es suficiente, eso es extensible a la amistad, a la pareja y a las relaciones padres e hijos, el cariño es un aspecto importante pero la capacidad de compartir objetivos y de sacar adelante tareas comunes, y por ejemplo una educación exige más allá del amor otra serie de habilidades, el amor a veces es muy egoísta y no admite la renuncia, y hay que ser capaz de renunciar.

-¿Qué otros errores cometen los padres adoptantes?

-Fundamentalmente no ser capaces de renunciar a sus expectativas, en torno a comportamiento, a rendimiento académico y convierten unas expectativas, por supuesto legítimas, en mandatos, y cuando una expectativa se convierte en un mandato de ahí al trato inadecuado va un paso, eso pasa en toda relación humana: yo espero de ti que seas maravillosa, lo eres pero no tanto, te lo pongo como exigencia y si al final no lo convierto en un mandato, eso en relaciones asimétricas como la de padres e hijos el niño sufre, si hay una relación al mismo nivel una de las dos partes abandona la relación.

-¿El mensaje central es ser adulto, construirse emocionalmente antes de pensar en la paternidad?

-Ser adulto si, salir de las relaciones duales a las triangulares, no es tu o yo o me quieres más a mi sino pensar: mi hijo también tendrá derecho a generar un proyecto muy distinto al que yo esperaba de él.

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