La Fiscalía explicó que, tal y como señalaron los agentes, inicialmente las fuerzas de seguridad trabajaron con la posibilidad de un ajuste de cuentas debido a los antecedentes que figuraban en el historial de la víctima (la propia defensa del acusado recordó en el juicio que se le vinculó a algún clan del narcotráfico y que incluso llegó a cumplir pena de prisión) y por la "violencia manifiesta" con la que actuaron los agresores. No obstante, recordó que los agentes acabaron descartando esta opción y finalmente se centraron en la hipótesis del robo. La propia víctima insistió ante los medios al término de la primera jornada del juicio que "no estoy metido en el narcotráfico".

A esta tesis el fiscal sumó el historial del acusado al que se le vinculó con otros delitos contra el patrimonio.