Uno de los problemas que se pretenden atajar con este borrador de ordenanza, si resulta aprobada, es el referido al declive de la plaza de abastos de la calle Siera. Al respecto, Carlota Román apostó ayer por dejar libre por completo su planta alta, ahora apenas utilizada, y admitir nuevos negocios que no son posibles actualmente. Bares y restaurantes, locales culturales, negocios de delicatessen e incluso un supermercaso son posibilidades que tendrían cabida en el recinto..

También se apuesta por crear un Consello de Coordinación de Mercados, de carácter consultivo, para aglutinar a un sector ahora algo atomizado, mientras que se elabora un catálogo de derechos de los consumidores que incluiría la apertura por las tardes.

La ordenanza también aboga por actualizar la normativa de la lonja de pescado y marisco y regula la venta en la calle de productos de temporada, una actividad que se realiza de forma provisional en la avenida de Compostela. La idea es que esta "mercancía casera" sea realmente protagonizada por pequeños agricultores y no por mayoristas y con material de temporada.

Carlota Román apunta que habría que abrir una reflexión sobre el futuro de algunas de estas instalaciones, como es el caso del mercado de Estribela, con escasos puestos "y decidir si se cierra o no". También aboga por evolucionar hacia una autogestión o, al menos, una gestión mixta, no directa del Concello.