Profesionales de la psicología, educadores, responsables de unidades de protección de menores, mediadores familiares, psicopedagogos, investigadores, representantes de colectivos de apoyo a la infancia, familias adoptantes y adoptados... En el primer Congreso Galego da Adopción que celebrará este mes en Pontevedra la Asociación Galega de Axuda á Adopción Manaia busca reunir a todos los implicados en los procesos de acogimiento y adopción, expertos de distintas universidades y administraciones que puedan orientar a las familias en el laberinto de la adopción.

-¿Qué persigue este simposio?

-Básicamente busca ser un lugar de reflexión donde poder analizar las nuevas perspectivas dentro del mundo de la adopción; las cosas están cambiando, de unos años para aquí la forma de adoptar ha variado, los lugares, todo, ha sido un cambio grande y lo que pretendemos en el congreso es ponerlo sobre la mesa e intentar ver hacia dónde vamos.

-¿En qué aspectos ha cambiado la adopción?

Ha habido un gran cambio, tras el boom de la adopción internacional ahora el mayor número de solicitudes se está produciendo en adopción nacional. A mayores ahora está a punto de salir la nueva ley y hoy los niños adoptables tienen unas características distintas, ya no es posible eso de adoptar al bebé sano, menor de tres años, ya no existe.

-¿No se puede adoptar un niño sano?

-Si, pero los rangos de espera son muy grandes. También puede ser sano pero de más edad, es decir lo que ha cambiado son las características de los niños adoptables, tanto en adopción nacional como en internacional.

-¿De cuánto son los tiempos de espera?

-En nacional en la lista gallega un bebé estamos hablando de una espera entre 7 y 8 años, la gente tiene que saberlo, si se quiere ofrecer para este tipo de adopción hay que saber que los plazos de espera son éstos, ahora mismo en internacional los plazos de espera para estos niños también son de esos años. (Durante la presentación del congreso añadió que "por suerte los países tienen cada vez menos niños para adoptar, bien porque crece la adopción nacional, caso de China, o porque se cierran los países para mejorar sus legislaciones; los padres que inician el proceso han de saber que hablamos de 7, de 10 o hasta en un caso extremo de 30 años de espera, se habla de los niños adoptados, pero no de las decenas de expedientes que siguen esperando").

-Y eso en el hipotético caso de que sea un matrimonio heterosexual, porque diferirá en el caso de solteros y homosexuales...

-Exactamente, después cada país a mayores tiene sus restricciones, es indudable que ni Galicia ni España tienen derecho a decirle a los demás países como han de hacer su legislación, lo que si es que en Manaia nos oponemos a la firma del convenio con Rusia, porque entendemos que está en contra de nuestra Constitución lo que ellos solicitan.

-¿Se refiere a la negativa a las adopciones por parte de homosexuales?

-No, eso no es cosa nuestra, la legislación rusa la hacen ellos, lo que sucede es que en este nuevo convenio se establece que si un niño que se adopta en Rusia por las circunstancias que sea vuelve al servicio de Menores y entra de nuevo en un proceso de adopción no puede ser adoptado por una familia homosexual, algo que está en cuenta de nuestra ley, porque aquí si que tienen derecho, ese niño entraría de nuevo en los servicios sociales con nacionalidad española así que Rusia no debería de poder decirle a España cómo tiene que hacer su trabajo o sus leyes, es por eso por lo que estamos en contra.

-¿Una vez que crecen los niños adoptados plantean retos diferentes o los mismos que otro adolescente?

-No, indudablemente plantean algún reto digamos a mayores, en la adolescencia empezamos con la búsqueda de la identidad y en niños que no conocen o que no tenemos forma de ofrecerles su historia desde que son pequeños pues hay que buscar acoplarlo dentro de su historia, hay que hacer lo posible porque tenga toda la información tanto del proceso de adopción como de su vida anterior a la adopción, porque la adopción no es un corte, un niño no empieza tras una adopción de cero sino que comienza con todo lo que ha vivido antes.

-Hay países, como Francia, que incentivan que el niño mantenga contacto con su familia de origen ¿sucede aquí lo mismo?

-Es un tema que seguramente con la nueva ley seguramente sufra un cambio, porque la nueva ley plantea una figura que se utiliza en otros países que se llama la adopción abierta, que es esa adopción con contacto con la familia de origen. Esto a veces a los padres adoptivos es algo que nos da un poco de miedo pero si estamos aquí con la idea de que hay que hacer lo mejor para el niño las personas que se ofrezcan tienen que saber que hay ciertos niños que es bueno para ellos que mantengan este contacto. Si no me equivoco en Inglaterra sobre un 84% de los niños que salen a adopción lo hacen con un programa de contacto con la familia biológica, que no tiene porque ser los padres, que a veces no los hay, pero si un abuelo, un tío etc.

-¿Esperan una mejora con la nueva ley y de ser así en qué aspectos?

-Siempre, entendemos las nuevas leyes tienen que mejorar, indudablemente la nueva ley no va a ser perfecta pero si que creemos que va a servir para mejorar estas cosas de las que hablábamos, estas nuevas figuras, ya se lleva mucho tiempo hablando de no tener a los niños tanto tiempo institucionalizados, de intentar hacer el máximo de acogida que se pueda.

-¿La legislación protege en exceso los derechos de los padres y muy poco el del niño a tener una familia?

- Totalmente, los plazos para que los niños sean adoptables tienen que ser otros, no puede ser que un niño esté diez años en un centro y ni para un lado ni para otro, es importante que las cosas que empiecen a hacer de otro modo, en beneficio de ellos, no en beneficio de las familias que esperamos.

-¿Cuántos niños adoptados hay en Galicia?

-En estos momentos hay cerca de 3.000 adoptados en Galicia.

-¿Bajan las adopciones?

-Si porque en adopción internacional hay un bajón grande, en nacional más o menos se viene manteniendo pero si que es cierto que hay muchos niños que están en instituciones y que podrían ser, algunos de ellos, declarados adoptables precisamente por eso, porque llevan mucho tiempo dentro de las instituciones.