El Museo de Pontevedra, en colaboración con la Escuela de Restauración, celebrará mañana una jornada dedicada a las Ruinas de Santo Domingo. Entre los ponentes, Javier de la Puente, responsable de la empresa que lleva a cabo los trabajos de consolidación del monumento.
-¿Qué se abordará en estas jornadas?
-Estas jornadas tratan de hacer un repaso al estado de las ruinas de la iglesia de Santo Domingo y las actuaciones que se están realizando en ellas. Dado que se trata de un monumento de interés cultural se ha decidido acometer una consolidación para evitar el deterioro que tenían las ruinas desde hace ya un montón de tiempo, deterioro a raíz del cual se produjo la caída de una serie de fragmentos.
-¿En qué consisten las obras que acomete la empresa que usted dirige?
-La actuación que estamos realizando se orienta a consolidar y permitir que este bien cultural dure muchos más años de los que ya ha durado. Y hay que pensar que lo que vemos actualmente como exterior era la parte interior de la iglesia, de modo que no estaba previsto en ningún momento que estuviese en el exterior. En las jornadas se repasará el tema desde dos puntos de vista: la parte más técnica de la restauración y las actuaciones sobre cantería, de lavado, tratamiento de pinturas y piedra y otra la parte más de consolidación de la estructura para que no sea inestable.
-¿He entendido bien y ha dicho pinturas?
-Si, es así, han aparecido pinturas murales muy interesantes, se trata de fragmentos, se trata de restos de pinturas murales, de hecho se hablará de ello en la jornada. Han aparecido, se creía que existían, en el proyecto se tuvo esa precaución, pero si que ahora han aparecido pequeños fragmentos y una especialista en pintura, una restauradora, los ha consolidado y preparado para que al menos no sigan deteriorándose, porque antiguamente las ruinas tuvieron diversos usos y en un momento de esa vida las ruinas deberían estar pintadas exteriormente o esa es la idea que tienen los restauradores. Es realmente pintura interior, aparece una dibujo de un brazo etc, restos muy pequeños pero que dan idea de lo que un día fue.
-¿Cómo es el estado general del monumento?
-Se hizo el año pasado un estudio para ver si se podía considerar estable, si tenía algún peligro de derrumbamiento y en ese sentido el resultado fue positivo, es decir las ruinas están estables, lo que si se demostró es la necesidad de actuación. Las ruinas están afectadas por el paso del tiempo, afectadas por la lluvia, el agua que entra entre los muros, y eso se trata de evitar, es una estructura muy antigua que ha tenido una historia muy complicada de reconstrucciones, mezcla de piezas y elementos y se necesita actuar sobre ellas, y eso es lo que se está haciendo ahora para garantizar que se consolide.
-¿Algún daño les preocupa especialmente?
-No, lo que es está haciendo son reparar oquedades, rellenando grietas, huecos, esas grietas existen y el daño ya está producido, es difícil revertirlo a su estado original, lo que intentamos es recuperar su mejor punto, de la mejor manera posible. También las tallas que se encuentran bastante deterioradas, son tallas para el interior como decía y que al estar expuestas al exterior se dañan, también se intenta evitar la acción de los pájaros que se posan en la cornisa y degradan la piedra, es decir es una actuación de mantenimiento de las ruinas.
-¿Con el patrimonio que hay en Galicia deberíamos dejarnos de construir y empezar a recuperar, a poner en valor lo que ya tenemos?
-A veces es la propia sociedad la que demanda edificar pero desde luego lo ideal y lo que hace a las ciudades mucho más humanas y vivibles es lo que plantea, recuperar su patrimonio ya construido, es decir los cascos históricos son los que más enriquecen. Si hace falta construir más parque se haga pero desde luego el respeto al patrimonio construido ha de ser lo primero, que vuelva ha tener uso y vida ha de ser prioritario para las ciudades.
