A sus 62 años, el ponteareano Florencio Groba Prego acumula la un total se seis condenas por tráfico de drogas a sus espaldas. Cinco de ellas son firmes, y la sexta, que le acaba de imponer la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra, es todavía recurrible en casación ante el Tribunal Supremo. El fallo, firmado el pasado 30 de diciembre por los magistrados pontevedreses pero notificado a las partes en los últimos días, impone a este histórico del narcotráfico en Galicia una pena de doce años de cárcel. Diez años por tráfico de drogas y otros dos por tenencia ilícita de armas, debido a que en el registro de uno de sus inmuebles en Ponteareas se le incautó una pistola en perfecto estado de funcionamiento.

En este último caso la condena a Florencio Groba llega por traficar con cocaína entre la provincia de Pontevedra y la de Cádiz. Según los hechos declarados probados, Groba se concertó con dos vecinos de la comarca de Arousa, Agenor Conde Cid (natural de la provincia de Ourense pero residente en Vilagarcía de 65 años) y José Vázquez Rego (vecino de Vilanova de 59 años) para vender una cantidad importante de cocaína a un gaditano con amplios antecedentes penales por tráfico de sustancias estupefacientes, Jesús Gallardo Fernández de Córdoba de 39 años.

Así, el 14 de marzo de 2012 los tres gallegos partieron en dos coches hacia la localidad de Jimena de la Frontera, en donde residía el comprador, Jesús Gallardo. Florencio y José circulaban delante, en un coche que hacía las funciones de "lanzadera" para vigilar la posible presencia policial en algún punto de la ruta. Agenor pilotaba el coche en el que transportaban la droga. En la salida de Jerez Sur de la AP-4 los agentes del ECO de la Guardia Civil que desarrollaron la investigación dieron el alto este segundo vehículo. Durante el registro del mismo hallaron seis paquetes que contenían aproximadamente un kilo de cocaína cada uno. Una vez rebajaba a pureza, la cantidad de droga incautada fue de más de dos kilos.

Poco después eran detenidos el resto de los integrantes de la red, incluido el comprador, en cuyo domicilio se halló otro kilo de cocaína.

En esta sentencia, los magistrados explican que uno de los elementos en los que sustentan la condena a Florencio Groba es la declaración prestada en el acto de juicio oral por otros dos de los acusados, su "socio" en esta operación Agenor Conde Cid y el comprador de la droga, Jesús Gallardo. En el juicio, ambos no solo reconocieron su participación en los hechos sino que ratificaron ante el juez que Florencio Groba participó, organizó y estaba al tanto de la transacción de droga. En su sentencia, el magistrado que actuó como ponente en este caso, Xosé Xoán Barreiro, explica que no halló ningún "motivo espurio de odio nin vinganza, ou afán de exculpación" en la declaración de estos dos acusados. Unos testimonios que además se ven corroborados por otros elementos externos.

A cambio de esta confesión, Agenor Conde y Jesús Gallardo lograron una rebaja en la petición de pena que realizaba el fiscal antidroga, Luis Uriarte, y se le imponen 6 años de prisión al primero y 7 años y medio al segundo. José Vázquez es condenado a 7 años y finalmente 2 años para Alejandro G. C., un lucense que compraba hachís a Agenor Conde para su venta a pequeña escala. Agenor, Florencio y José deberán abonar multas de 400.000 euros, mientras que es de medio millón en el caso de Jesús Gallardo.