La Guardia Civil detuvo ayer a un vecino de Soutomaior, J.M.O.L, de 51 años de edad, como presunto autor de un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa al rociar con gasolina a un hombre, vecino de la parroquia pontevedresa de Pontesampaio, tras una discusión y amenazar con prenderle fuego.

Según informó el instituto armado, los hechos se produjeron el pasado sábado a las 14.30 horas en una céntrica cafetería de Arcade a la que la víctima accedió corriendo siendo perseguido por el detenido tras mantener unos instantes antes una discusión en la calle por un conflicto sentimental. Una vez en el interior del bar, situada en la calle Roxelio Landeiro, el agresor supuestamente sacó un recipiente con gasolina y se la arrojó a la víctima. El hombre amenazó con quemarle aunque la intervención de dos personas que se encontraban en el interior del establecimiento consiguieron reducir a J.M.O.L., impidiendo que prendiese fuego.

El agresor consiguió huir del lugar antes de que llegaran los agentes de la Guardia Civil, que fue avisada por el personal y los clientes de la cafetería. El instituto armado abrió una investigación sobre los hechos y ayer consiguieron dar con el paradero del hombre, que reside en Soutomaior, donde fue detenido. Los agentes también se incautaron en el maletero de su coche una garrafa de gasolina medio vacía.

El hombre, que fue arrestado a primera hora de la mañana de ayer, fue puesto a disposición judicial en Redondela. Tras tomarle declaración el juez, el presunto agresor quedó en libertad con cargos. Las medidas impuestas incluyen una orden de alejamiento de su presunta víctima.

La propietaria del establecimiento rechazó ayer realizar cualquier tipo de declaración sobre este incidente, aunque vecinos de la zona señalaban ayer que la discusión estaba motivada por celos. Al parecer, la víctima podría tener relación con la expareja sentimental del agresor.

La detención de J.M.O.L. causó asombro y estupor entre los vecinos de la localidad de Arcade, ya que poca gente se había enterado de los hechos a pesar de que se produjeron a mediodía en una de las calles principales del pueblo. El propio alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, desconocía los hechos, de los que se enteró ayer por la tarde a través de los medios de comunicación.

Tampoco en la frutería y en una tienda de arreglos de ropa situadas junto a la cafetería en la que se produjeron los hechos sabían nada de lo ocurrido. Tan solo en un supermercado situado en la acera de enfrente supieron del incidente por los comentarios de los clientes.