Los vecinos de O Pazo, Carabelos y Eirós (Mourente) y Eirados, A Corbal y O Teso (Bora), que desde hace semanas reclaman que se dote de saneamiento a unas 130 casas situadas a orillas de la N-541, están dispuestos a intensificar sus movilizaciones e incluso a formular una queja formal ante el Valedor do Pobo si no obtienen una respuesta favorable de las administraciones. Aunque este colectivo ha remitido cartas al Concello, el Ministerio de Fomento (la carretera es de titularidad estatal) y a la Xunta, el PP ya se ha reunido con ellos para subrayar que "el saneamiento es una competencia municipal" y tratar de centrar las protestas en el gobierno local y desviarlas de las otras entidades.

Varios concejales del PP celebraron esta semana una reunión y se hicieron eco de la posibilidad de trasladar el caso al Valedor do Pobo. El pasado lunes el pleno municipal alcanzó un acuerdo por unanimidad, en presencia de muchos vecinos, por el que el Concello condicionada la ejecución de esas obras a la firma de un nuevo convenio de saneamiento rural con la Xunta, de modo que el Gobierno autonómico aporte el 70% del presupuesto y el Concello el 30% restante.

Pese a apoyar ese acuerdo en el pleno, el PP no parece de acuerdo con él ya que lo interpreta como "un intento del concello de huir de sus competencias y dejar definitivamente a los vecinos sin red de saneamiento".