Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un honor "no propio sino compartido"

El fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, ingresa en la Orden de San Raimundo de Peñafort

Como "un honor no propio sino compartido". Así recibía ayer, según sus propias palabras, el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort de manos del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce

Una imposición que se realizó con toda solemnidad en la Audiencia de Pontevedra y ante numerosos compañeros y "rivales" de profesión que reconocían así el trabajo, la profesionalidad y el esfuerzo de organización y modernización realizado por Aladro en la Fiscalía de Pontevedra, cuya jefatura asumió hace siete años.

En la sala estaban, entre otros, el citado fiscal general de Galicia y su homólogo de Galicia, el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Xustiza y la práctica totalidad de los fiscales de área de Pontevedra, además de los decanos de los colegios oficiales de Abogados y Procuradores y una nutrida representación de jueces.

El nuevo comendador de la Orden de San Raimundo de Peñafort tuvo, durante su intervención, palabras de reconocimiento para sus compañeros fiscales, de crítica para evoluciones de su magisterio y de la Justicia susceptibles, en su opinión de mejora o reconsideración y agradecimiento a todas las personas que caminan con él en su labor como representante del Ministerio Público y de manera muy especial y específica a su familia: a su mujer, a sus hijas y a sus hermanas que le acompañaban en este día tan especial.

A la hora de ponderar el trabajo de los fiscales, Juan Carlos Aladro presumió, en un evidente guiño a Eduardo Torres Dulce, conocido cinéfilo, de que "los fiscales pasamos de ser actores invitados a personajes de reparto", aquellos que sin ser protagonistas son esenciales y que además se repiten en las distintas tramas y escenarios.

El condecorado fiscal jefe de Pontevedra aludió a controversias de plena actualidad como el anteproyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial o el nuevo Código Penal, actualizaciones sin duda necesarias para adaptarse a los nuevos tiempos pero que calificó de "regalos no exentos de veneno".

Si el fiscal general de Galicia introdujo a Juan Carlos Aladro destacando "el papel fundamental" que ha jugado en la modernización de la Fiscalía de Pontevedra lo que "ya hizo dejar huella" de su paso por el cargo, el fiscal general del Estado hizo hincapié en la trayectoria del premiado. Una trayectoria cuyo éxito, sin restar mérito al esfuerzo y compromiso personal, vinculó, al igual que había hecho momentos antes el propio Aladro, al "trabajo colectivo".

Eduardo Torres Dulce destacaba, durante su intervención, que la Cruz de San Raimundo de Peñafort es para Aladro "un alto en el camino, en el que le queda mucho por hacer".

Compartir el artículo

stats