Con un futuro incierto por delante, el comité y la dirección de Factoría Naval inician hoy la negociación sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) que promueve la empresa para aligerar gastos y que pretende poner en marcha en julio.

Factoría ha puesto sobre la mes una regulación suspensiva (temporal) de doce meses que afectaría a toda la plantilla, excepto a la gerencia.

Según explicaron fuentes del comité, en el que se sientan los sindicatos CC.OO y UGT, la plantilla rechaza de plano la propuesta inicial del astillero aunque estaría dispuesta a valorar y negociar las condiciones de un ERE de un máximo de cuatro meses, el tiempo que concede el preconcurso presentado para intentar reconducir la crisis de la empresa. "En cuatro meses sabremos si Factoría ha encontrado o no una solución para mantener la actividad y no es justo que se pida a los trabajadores que asuman un esfuerzo mayor" apuntaba ayer el secretario comarcal de CC.OO, García Pedrosa.