Un grupo de vecinos de las parroquias afectadas por el proyecto de construcción de la autovía A-57 en Pontevedra han protestado contra esta infraestructura concentrándose en la Plaza de la Peregrina, en la que han expuesto productos que cosechan en sus huertas.

Con el lema 'Ruralizamos as cidades, asfaltamos o rural', la Plataforma Salvemos A Fracha ha calificado el trazado de este vial como "un atentado contra el rural y el monte de Pontevedra y una agresión al modo de vida tradicional".

El portavoz de Salvemos A Fracha, Salvador Calviño, ha criticado la "falta de respeto" de los grupos políticos municipales que "quieren este corredor", y les ha acusado de que "no se preocupan por el monte, ni el rural, ni lo que le pase a los vecinos", a los que "no han explicado ni han pedido permiso" para la ocupación de los terrenos.

Entre los productos que han expuesto en la plaza había repollos, lechugas y otras hortalizas, hierbas aromáticas y bidones con agua de los manantiales naturales del monte de A Fracha. En el marco de esta campaña informativa, han recogido firmas de apoyo y han entregado folletos explicando el "impacto severo" de la obra: desmontes que calculan en 60 metros de altura, desaparición de los acuíferos y afección a los cursos fluviales, las especies de fauna protegidas y el patrimonio cultural.

En este sentido, Salvador Calviño ha destacado la "desinformación" existente en la ciudadanía sobre un proyecto que desde la Administración "les están vendiendo como una circunvalación", frente a lo que la Plataforma considera un "corredor". La población de Pontevedra "no sabe por dónde va ni el daño que hace", ha añadido

Salvemos A Fracha sostiene que esta infraestructura de seis kilómetros valorada en 84 millones de euros será "inútil" e "innecesaria", argumentando que "no circunvala Pontevedra ni comunica las parroquias". Como alternativa, los afectados reclaman la liberalización de la AP-9.