Tras más de tres años de negociaciones para renovar el convenio el que Povisa atiende a una casi un tercera parte de las tarjetas sanitarias del área Vigo, el proceso encara su fase final. El Consello de la Xunta dio ayer su aprobación a la firma del nuevo concierto singular, que prolonga su relación contractual una década más y establece un pago máximo de 75 millones de euros al año. Sin embargo, el hospital vigués todavía no lanzan las campanas al vuelo, ya que en el borrador del acuerdo que recibió el miércoles, observa "diferencias sustanciales" con respecto a lo pactado a finales de diciembre. Sus dirigentes se reunirán la próxima semana con responsables del Servicio Galego de Saúde para aclarar estos aspectos.

Las condiciones generales del nuevo convenio, que se cerraron el pasado 27 de diciembre, se mantienen. El modelo cambia. Hasta ahora, Povisa tenía una población asignada por adscripción territorial y facturaba en función de su actividad. A partir de ahora, atenderá un número máximo de pacientes -cupo que se ha establecido en 139.000 tarjetas-, que habrán escogido el centro de forma voluntaria, y cobrará por cada uno de ellos una cantidad fija -establecida en 540 euros-, lo que se conoce como "cápita".