La memoria de la Policía Local de Pontevedra desvela una mayor concienciación entre los conductores de esta ciudad a la hora de hacer caso a aquella célebre recomendación de la DGT: "Si bebes, no conduzcas". El porcentaje de automovilistas que dieron positivo por alcoholemia en los controles estáticos desplegados en el casco urbano a lo largo de 2013 fue de un 1,85%, una cifra que significa reducir a la mitad la tasa de cuatro años antes, el 2010, cuando se detectó que un 3,7% de los conductores circulaban bajo los efectos del alcohol.

El descenso todavía es mayor si se compara con el año 2006, de entrada en vigor del carné por puntos, cuando el porcentaje de positivos se disparó hasta un 5%.

Cerca del objetivo de la DGT

Las cifras son buenas, de hecho se acercan más que en otras ciudades al objetivo establecido por la DGT para dentro de seis años. En su Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 señala que una de las metas es lograr reducir el porcentaje de positivos por debajo del 1%. En este aspecto, el casco urbano de Pontevedra presenta un tasa de alcoholemias inferior, por ejemplo, al del conjunto de las vías interurbanas de la provincia, en donde las cifras aproximadas del pasado año fueron de un 2,3% de positivos.

Con todo, en la Policía Local huyen del triunfalismo y aseguran que han comenzado 2014 con la intención de tratar de bajar todavía más el porcentaje de positivos. Aunque el descenso se achaca en buena medida a una mayor concienciación y responsabilidad por parte de los conductores pontevedreses, en la Policía Local no dudan de que "las sanciones también sirven para educar" y en los últimos años se han incrementado de forma importante los controles, pasando de las algo más de mil pruebas que se realizaban al año en 2006 o las cerca de tres mil de 2010 y finalmente a las 7.710 que se practicaron a lo largo de 2013, repartidas en un total de 147 controles. La Policía Local también diversificó los horarios, las vías y los días en los que se despliegan los controles, aunque estos se sigan produciendo de forma preferente los fines de semana y en vísperas de festivos, especialmente en horario nocturno.

El resultado fue, a mayor número de controles, el porcentaje del positivos, con el tiempo, fue también disminuyendo. El año pasado, pese al incremento del 40% del número de pruebas realizadas, se produjo un descenso de positivos que pasó de un 3,3% al ya referido 1,85%. En los primeros meses del año en curso, los resultados están en la línea del anterior ejercicio.

A los controles estáticos hay que sumar los controles dinámicos, es decir, aquellas pruebas que se hacen a raíz de un accidente de tráfico o tras percibir los agentes alguna maniobra extraña o infracción. Ahí los porcentajes siguen siendo elevados puesto que detrás de los siniestros o de una conducta irresponsable al volante suele encontrarse el alcohol. Es aquí donde los agentes detectan la mayor parte de las alcoholemias que acaban en el juzgado por la vía Penal. De los 126 conductores que fueron puestos a disposición del juez por conducir ebrios, un 69% fueron sorprendidos en controles dinámicos, es decir, aquellos no previstos.

Actuaciones por vía penal

El alcohol está detrás del 63% de los delitos contra la seguridad vial ocurridos el pasado año en la ciudad de Pontevedra. Más que conducir sin carné, un 31% y la negativa a realizar las pruebas (un 3,5%). Delinquir al volante en Pontevedra parece que sigue siendo un problema casi exclusivamente masculino dado que el 98% de los imputados (un total de 163) eran varones y solo un 2% (un total de 4) mujeres. Además, por edades, los que más delinquen al volante son los conductores que tienen entre 30 y 34 años con un 17,4% del total. Entre los 25 y los 44 años están la mayoría de los infractores con un 60% del total. Tres conductores fueron detenidos el pasado año por conducir de forma temeraria por el centro de la ciudad.