La familia de Lupe Jiménez, la mujer de etnia gitana que residía en Vilaboa y murió supuestamente a manos de su marido, José Luis Cortiñas en febrero pasado, ha solicitado al fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, que se dicte una "orden de alejamiento de todos los familiares" de su padre, así como la "localización permanente (de todos ellos) para que no entren en Galicia ni el supuesto asesino (una vez salga de prisión) ni sus familiares".

María Jiménez, hija de la víctima, ha solicitado también que se pida una pena de cárcel de cincuenta años para el supuesto autor de la muerte "de su madre y de su futuro hermano (Lupe Jiménez estaba embarazada) por asesinato, alevosía y ensañamiento", según informó ayer la Asociación de Mujeres Gitanas en Galicia, que añade que la Asociación Campoamor, dedicada a la lucha por los derechos de la mujer y la infancia, se ha interesado por este caso.