Al menos cuatro de cada diez nuevos contratos tramitados en el municipio de Pontevedra el pasado mes de marzo beneficiaron a trabajadores no residentes en la ciudad y otros tres a pontevedreses que encontraron un empleo fuera de la capital, según recoge el informe mensual de contratos y contratados que elabora mensualmente el Instituto Galego das Cualificacións.

Este organismo, dependiente de la Consellería de Traballo e Benestar, perfila un movimiento laboral en marzo que afectó a 2.122 personas y que implicó la tramitación de 2.708 altas laborales a la Seguridad Social en las oficinas del Servicio Galego de Colocación de Pontevedra. De ellas 1.130 conllevaron la entrada de 904 trabajadores no residentes en la ciudad del Lérez, el grueso de ellos -más del 90% con domicilio en alguno de los concellos de la provincia y de ellos la mayoría en los de la comarca- y 878 implicaron que los pontevedreses que firmaron estas vinculaciones de trabajo, 685 en total, tenían el empleo en otro ayuntamiento. En este caso Vigo, Marín y Vilagarcía en la provincia y el resto de Galicia, preferentemente la provincia de A Coruña, fueron los destinos prioritarios. Esta proximidad geográfica permite que los trabajadores, que además en una proporción de nueve a uno subscribieron contratos temporales, mantengan su residencia en la capital.

Este movimiento se completa con otras setecientas contrataciones, que afectaron a 533 personas, que permanecen unidas laboralmente a la ciudad del Lérez y las cuales en muchos casos dan continuidad a relaciones de trabajo ya existentes. En este caso el informe del Instituto Galego das Cualificacións no especifica la residencia del empleado.

Es el sector servicios el principal empleador de la ciudad, ya que aglutinó en marzo más del 74% de los contratos.

Que en marzo se hayan firmado 2.708 nuevos contratos y estén implicados 2.122 trabajadores deja en evidencia la eventualidad de las relaciones laborales que, tal como remarcan los sindicatos, cada vez son más precarias: salarios más bajos, más cortos en el tiempo -entre los temporales ya son mayoría los que tienen una duración inferior a un mes-, sin derechos sociales y con jornada a tiempo parcial en número creciente. Esta eventualidad queda perfectamente retratada al desglosar las nuevas relaciones de trabajo por modalidad contractual ya que, tal como recoge el Instituto Galego das Cualificacións, solo 194 altas laborales se inscribieron bajo el epígrafe de "indefinidas", poco más del 7% del total; en tanto que 2.437, el 89,9%, lo hicieron como "temporales". Otros 64 contratos aparecen registrados como "otros".

El desglose elaborado por el SEPE determina que el mayor número de altas laborales tramitadas en Pontevedra durante el último mes se hizo bajo los epígrafes de camareros asalariados, vendedores de tiendas y almacén y peones de industrias manufactureras. Esta clasificación introduce matices en función del sexo. Así si las firmantes eran mujeres las relaciones más numerosas fueron las de camarera, vendedora o personal de limpieza y si tenían firma de varón fueron las de camareros, peones de industrias manufactureras y albañiles. Paralelamente a la incorporación de asalariados al mercado de trabajo local, aunque sea por cortos espacios de tiempo, en Pontevedra no se han dejado de poner en marcha desde que empezó el año proyectos (pymes), con una cadencia continuada de entre 16 y 18 al mes.