Las obras emprendidas por el Concello, por iniciativa del alcalde, en la residencia de la ONCE para impermeabilizar el edificio y destinar después dos de sus siete plantas a usos vecinales podría "interferir" en las negociaciones entre Louro y la organización de ciegos.

El concejal de Urbanismo, que ya cuestionó ese destino hace unas semanas, volvió a señalar ayer que "la idea del alcalde sobre la residencia hay que madurarla". Aunque admite que el edificio "está muy deteriorado y necesita adecentarse", advierte de que "requiere una inversión considerable" y ya apuntó en su día que una posible anulación del convenio o su modificación podría suponer la obligación de la ONCE de indemnizar al Concello por esas obras, cuestión que no parece aceptar la organización de ciegos.

Por eso, Louro recuerda a Lores que "por la vía de los hechos consumados (ejecutar esas obras de emergencia) no se puede consolidar un convenio que hay que repensar y reconsiderar".