Los primeros cuatrocientos metros de la avenida de Compostela, entre el puente de Santiago y la rotonda de Pasarón, estarán "sembrados" en pocos meses de "lombos". Tan pronto como el Ministerio de Fomento entregue al Concello ese tramo de la N-550, el gobierno local aplicará su programa de calmado de tráfico con la instalación de cinco pasos de peatones elevados que, además de frenar la velocidad, servirán para mejorar la conexión peatonal y ciclista entre ambas márgenes del vial.

Esta actuación significa la primera fase de "humanización" de la avenida de Compostela, que se prolongará más adelante con otra actuación drástica, la reducción de algunos de los carriles del vial. Aunque en toda la calle hay cuatro calzadas, en algún pequeño tramo llega a haber seis, "lo que convierte esta calle es un lugar hostil para el peatón", según el concejal Luis Bará. En todo caso, estas fases siguientes de remodelación "quedarán para el próximo mandato" por limitaciones presupuestarias ya que es "un ámbito extenso, costoso y de ejecución prolongada en el tiempo".

El Concello y el Ministerio de Fomento negociaron hace meses el traspaso de esos 400 metros desde el río hasta el cruce de la calle Alexandre Bóveda. El gobierno local llegó a pedir la titularidad de toda la avenida hasta Alba, pero los técnicos del ministerio lo estimaron excesivo y se recortó el tramo ahora pactado. Se espera que en cuestión de semanas se materialice la cesión. De entrada, ya se ha encargado, por 17.000 euros, a la consultora Pettra la redacción de un proyecto con todas las reformas de "humanización" de la avenida, con la prioridad de "otorgar a la calle un tratamiento más urbano". Pero la ubicación de los cinco "lombos" ya está decidido y se hará lo antes posible.

Dos de ellos se ubicarán en cada extremo del puente de Santiago, que ahora carecen de pasos de peatones. Para ello habrá que eliminar la mediana de cemento que divide ahora los dos sentidos de circulación. Donde se considera más necesario este "lombo" es en la prolongación de la calle Rafael Areses, "donde se registran las escenas de más peligro al cruzar la gente por una zona ahora prohibida". La idea es habilitar un paso ininterrumpido desde A Xunqueira hasta O Burgo, de forma que el paseo paralelo al río no se vea cortado.

Otro paso elevado se ubicará a la altura del pabellón de deportes, donde ya existe un pasa ce cebra, mientras que a ambos lados de la rotonda de acceso a Pasarón se colocarán los dos últimos. Uno de ellos estará situado bajo la pasarela metálica que sobrevuela la avenida de Compostela. Aunque esta estructura apenas se usa y su estado es deficiente, no está prevista su retirada a corto o medio plazo.