La planta de Lourizán de Ence inicia mañana lunes su parada técnica anual, que se desarrollará hasta el 1 de abril y moviliza a 1.475 trabajadores, incluidos los 250 empleados de la empresa en el municipio. El resto procede de compañías externas. Este operativo tiene este año un presupuesto de 7,5 millones de euros y la propia firma explica que "las principales tareas que se efectuarán están relacionadas con mejoras ambientales, inversiones para mejorar la eficiencia energética de la factoría y la competitividad del centro mediante la incorporación de nuevas tecnologías", que se llevan cinco de los 7,5 millones.

Según el director de la fábrica, Antonio Casal, después de esta parada, que supone el cese total de la producción, "lo primero que podrán notar los ciudadanos es que continuamos reduciendo la visibilidad de emisiones de vapor". Explica que "llevamos dos años haciendo inversiones para acabar con esta estampa que durante años se conoció de la fábrica".

Además de una reducción de olores e impacto visual, entre las tareas previstas figuran las destinadas a mejorar "obtención de eficiencias" en la producción de energía con biomasa y de pasta de celulosa totalmente libre de cloro. "En los próximos meses -afirma Casal- habrá otras inversiones importantes".

Durante la parada anual, a los trabajadores de Ence se suman 1.127 operarios, 407 de ellos procedentes de empresas de la comarca, según subraya la empresa, que destaca que "en las instalaciones de Ence en Pontevedra se reunirán 757 profesionales del municipio y de otros próximos", en los que incluye a los 350 trabajadores de su plantilla propia y otros "407 vinculados a 16 firmas como Enxenería e Montaxes Rías Baixas, Metalyset, Taelpo o Metaca, de Marín". Otras 400 personas proceden de fuera de Galicia, de ahí que Ence destaque que "se generan unas 2.700 pernoctaciones en hoteles de Pontevedra, Poio y Marín".