Lo tiene claro "la desigualdad y el deterioro de la calidad del empleo avanza con la crisis: los segmentos laborales más elementales y del sector servicios tienen contratos más cortos, con salarios más bajos, con condiciones peores y sus puestos están ocupados mayoritariamente por mujeres". Miembro de la ejecutiva gallega de Comisiones sostiene que "es un hecho que la crisis acrecenta las desigualdades, máxime en un contexto de negociación colectiva tan deteriorado como en el que estamos, en el que la lucha por el mantenimiento del empleo es casi lo único aún a costa de empeorar las condiciones de trabajo, de perder salario, seguridad laboral y aparcar el objetivo de la igualdad".