Para adoptar una mascota hay que tener, como recuerda la presidenta de la Asociación Coordinadora de Protectoras de Pontevedra (Acopo), Verónica Trillo, verdaderas razones. Y éstas van mucho más allá de la raza de moda, las películas o el consejo de los amigos. Es, señala la experta, "una gran responsabilidad que tenemos que asumir" y que nos durará "alrededor de quince años".

Son algunos de los consejos que la responsable de Acopo trasladó ayer a los 25 niños y jóvenes ligados a la Asociación Down Xuntos que participaron en la actividad de sensibilización.

A ellos aconsejó pensárselo "muy bien" antes de decidirse a incorporar un nuevo miembro a la familia y tener en cuenta a la hora de elegir la mascota aquella "que mejor se adapten a nosotros y a nuestra vida... si se vive en casa pequeña o grande, con o sin finca, si se puede manejar un perro grande o es mejor el pequeño" pues "si no se está completamente seguro de que todo está bajo control y de que el animal y tu vais a ser grandes compañeros durante años" es mejor, concluyó, "decir, perro no, gracias".

La jornada también sirvió para analizar las responsabilidades que exige tener un perro o un gato, a la cabeza el que cuente con un microchip con el que el ejemplar pueda ser identificado en caso de pérdida.

También ha de estar oportunamente registrarla, acudir periódicamente al veterinario para que le administre vacunas y vigile su estado de salud y también contar con una adecuada "educación y bienestar".

La charla permitió a los participantes interactuar con dos alegres hembras, una recién adoptada y otra que espera dueño. Precisamente Acopo instó con esta actividad a adoptar animales, permitiendo así que las decenas de mascotas abandonadas encuentren un dueño responsable.

Luis Montes, técnico de formación de "Xuntos", calificó de "muy positiva" la actividad. Subraya que este tipo de iniciativas fomenta la responsabilidad " sobre todo la interacción social".

La también técnica de "Xuntos" Eva Ramos, por su parte, se refirió a la jornada como una herramienta para sensibilizar a los usuarios sobre el cuidado y trato de los animales, el abandono y saber cuáles son las obligaciones que acarrea tener una mascota.

Más de 2.000 gallegos padecen Síndrome de Down, un trastorno genético que produce un grado variable de discapacidad cognitiva, a mayores de unos rasgos físicos determinados. En el caso de Pontevedra, "Xuntos" cuenta con un centenar de socios, de ellos 80 usuarios de sus cursos y actividades.

Entre estos usuarios figura una veintena de personas con otras discapacidades intelectuales, casos que también atiende "Xuntos" al no existir en Pontevedra un centro específico para estos afectados.

Lo prioritario para estas personas con diversos grados de discapacidades cognitivas, señalan desde "Xuntos", es "una mayor inclusión de los menores en las aulas, más trabajo cooperativo, porque aunque ya están integrados en lo que es el aula física, hacen cosas diferentes".

Y para los adultos con Síndrome de Down, que se rompa "cierto tabú que aún persiste en la sociedad, hacia este tipo de personas, quizás por desconocimiento y más oportunidades laborales" sin olvidar "que se incremente su participación social de verdad". "Se ven avances" concluye Montes, "pero en la mayoría de escenarios sociales, las personas con Síndrome de Down están como ocultos, deben estar más visibles".

Por lo que respecta a los equipamientos, señalan que "el local de la asociación se ha quedado muy pequeño" y sería necesario un nuevo espacio en el que realizar actividades como la celebrada ayer, que esperan repetir en futuras ediciones.

Otro de los aspectos abordados en el divertido encuentro, en el que los niños tuvieron oportunidad de acariciar a los animales y familiarizarse con ellos, fue la esterilización, a fin de evitar camadas indeseables y, por supuesto, se insistió especialmente en que jamás podemos desatendernos de la mascota: los buenos amigos jamás se abandonan.