La clorera de Lourizán -al igual que otras seis industrias radicadas en Galicia- está sujeta una resolución individualizada en atención a su especificidad. La actualización de su autorización ambiental integrada (AAI) está vinculada expresamente a un programa de cese de actividad productiva, "ordenado y progresivo", en palabras del conselleiro Agustín Hernández, que es fruto del protocolo de colaboración firmado en 2013 por la multinacional portuguesa Quimigal (propietaria de la planta de cloro-alcalí pontevedresa) con la Consellería de Medio Ambiente.

Atendiendo a este plan la prórroga de la autorización ambiental de Elnosa se extiende hasta finales del 2017 de tal manera que el 31 de diciembre de 2016 iniciará el proceso para dejar de producir cloro líquido y el 31 de octubre de 2017 para abandonar la producción de ácido clorhídrico e hipoclorito sódico.