Áspero sin ser grosero y extremadamente documentado, Celso García de la Riega estaba muy acostumbrado al debate público, así que sus enemigos esperaron a su muerte para, sencillamente, acusarlo de falsario. Incapaces de atacar a la figura que representaba un hombre que sin haber cursado estudios superiores llegó a ser nombrado académico (puesto que nunca ocupó por sus diferencias con Murguía) echaron por tierra el gran empeño de su vida: demostrar que Colón era gallego, una teoría que expuso por primera vez en 1898 en una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid.

Lo hicieron afirmando que había falsificado los documentos en los que aparecía el apellido Colón relacionado con Portosanto, en Poio, una gravísima acusación que persiguió durante años a sus herederos y motivó que su legado permaneciese oculto durante 98 años, hasta que su bisnieto, Guillermo García de la Riega, hizo públicos los manuscritos para que pudiesen ser investigados con las más modernas tecnologías.

El Instituto de Patrimonio Cultural de España llevó a cabo el análisis de los documentos, un exhaustivo estudio técnico en el que también colaboró la Policía científica. Los resultados completos se hicieron públicos el pasado lunes y, tal y como había defendido durante un siglo la familia De la Riega, su antepasado no había manipulado los documentos.

Éstos fueron sometidos además a un proceso técnico de conservación para facilitar su exhibición al público, ya que serán depositados en la Casa-Museo de Colón y tendrán un especial protagonismo en los actos que recordarán el centenario del fallecimiento de Celso García de la Riega y del 120 aniversario de la teoría del Colón gallego.

"Lo que le hicieron fue una auténtica canallada", protesta Guillermo García de la Riega, "intentaron por todos los medios ensuciar su nombre y ahora nos sentimos todos muy orgullosos del resultado de las pruebas".

La residencia de mayores donde vive el veterano de la familia, Celso García de la Riega, de 98 años, nieto del iniciador de la teoría del Colón gallego, fue escenario de la reunión en la que la familia celebró su victoria sobre décadas de críticas injustas.

En el encuentro también participan la hermana de Celso, Mercedes, de 96 años; el ginecólogo Celso Malvar García de la Riega, biznieto del intelectual, su primo Guillermo García de la Riega y el benjamín de saga, Anxo Malvar, de 34 años.

Todos ellos no ocultan su satisfacción porque la Subdirección General del Instituto de Patrimonio Cultural de España admitiese a trámite el estudio de los documentos. Éstos constituyen una de las principales bases que sustentan la teoría del origen gallego del navegante, una "prueba" a que se suman otros argumentos como las numerosas palabras y giros gallegos empleados en sus escritos o los numerosos topónimos (más de 200, según las últimas investigaciones) de las rías gallegas que utiliza Colón para ir bautizando las zonas de América a las que llega.

Los expertos del Instituto de Patrimonio Cultura, ratificaron "la autenticidad de los documentos" y que Celso García de la Riega no los manipuló sino que exclusivamente "avivó" algunas letras para que fuesen más legibles, pero en ningún caso raspó los originales o hubo intención dolosa.

Analizaron con diferentes tipos de luz los papeles y determinaron que tanto éstos como las tintas eran de la época, a excepción de los caracteres avivados.

Para Guillermo García de la Riega, que convenció a la familia para abrir el legado, el dictamen es una doble satisfacción. "Es algo muy grande, yo desde joven pensé que la campaña contra De la Riega era un montaje para desacreditarlo y desacreditar también la teoría, pero principalmente a él, al personaje, porque tenía muchos enemigos, no solo en Galicia como Murguía sino también en la propia ciudad de Pontevedra".

Celso Malvar García de la Riega se alegra especialmente "por mi primo Guillermo, porque peleó lo indecible sin tener apoyos, y el salió adelante analizando todos los dibujos de mi abuelo, sus estudios sobre Colón en relación con los topónimos; todo ello a mi también me enganchó y la verdad es que me tengo peleado y discutido (risas) a muerte por defender a mi bisabuelo; y ahora tenemos la gran satisfacción de que por fin hayan lo hayan reconocido como merecía".

Anxo Malvar es el benjamín de la familia y ni de lejos vivió la presión que soportaron los descendientes más inmediatos de De la Riega. "La polémica me llegó a cuentagotas, y supe más de la teoría gracias al blog de Guillermo, a cosas que nos cuenta nuestra abuela en las comidas; en Navidades hace dos años nos regalaron a cada nieto el facsímil de La Gallega y con esas cosas los más jóvenes también vamos intentando preservar la teoría del Colón gallego".