El paseo de O Laño, la última de las sendas peatonales ejecutadas para recuperar el litoral de Poio, sigue incompleto dos años después de que operarios y maquinaria hayan terminado sus trabajos. La negativa de dos propietarios a ceder parte de sus terrenos impide la conclusión de este paseo de un kilómetro de longitud y para cuya realización ha resultado imprescindible la colaboración de más de medio centenar de dueños de terrenos. La oposición, en cambio, de esos vecinos parece enrocarse y condiciona que la intervención pueda quedar completamente finalizada.

El gobierno municipal, encargado de hablar con los titulares de los terrenos para que luego Costas del Estado ejecutase la obra, mantiene el plan de finalizar el paseo. Los responsables locales aseguran que los dos propietarios que faltan por ceder suelo mantienen un "no rotundo" en su posición, pero conservan la confianza en que cambien de opinión. "Estamos tratando de conseguirlos, pero los propietarios se niegan", explican en el bipartito. El objetivo se mantiene desde hace finales de 2011, cuando concluyeron los trabajos de la senda.

La actuación es una de las que ha contado con más empeño por parte de la administración local en la búsqueda de ganar nuevos espacios junto al mar para los vecinos. Además, todo con la ventaja de que era el Gobierno central el encargado de costear los trabajos siempre y cuando se pusiesen a su disposición la franja de terrenos necesaria a lo largo de los aproximadamente 1.000 metros que separan Covelo y A Bouciña. Un compromiso que, pese al cambio de color político, se mantendría en pie.

La situación actual da pie a una sorprendente imagen en la que esas negativas suponen que al camino le falten en torno a 20 metros para ser totalmente acabado. Un obstáculo que impide poner fin a esta trayectoria peatonal que en su momento fue presentada como una actuación para disfrute de vecinos y turistas y con la que se quería respetar el entorno, ya que los materiales elegidos para su ejecución fueron jabre y madera. El plan también incluyó la realización de un puente para salvar un riachuelo en O Laño.