Una vecina del lugar de Condensa, en Mourente, Lucía Loira, ha denuncia la situación en la que se encuentra su marido. Su nombre es Manuel Bastón y desde hace 18 años no puede valerse por sí mismo, Lucía reclama una vivienda de protección oficial adaptada a las necesidades de su marido y a la que él tiene derecho. Sin embargo, se queja de que tanto la Administración autonómica como la local no le están poniendo las cosas fáciles desde hace años.

La vivienda en la que habitan actualmente es una herencia familiar de Lucía pero está muy deteriorada y "para derribarla porque no sirve para nada", asegura Lucía, quien también añade que se llena de agua siempre que llueve y carecen de calefacción. El vivir en estas condiciones hace que la salud de Manuel se vea cada vez más agravada, tal y como ha indicado a este periódico su mujer.

Lucía Loira quiere saber por qué las viviendas de protección oficial que están adaptadas a las necesidades de su marido, como a las de muchos otros discapacitados, son vendidas a personas que no tienen ningún tipo de dificultad física. Según reclama lo único que busca es poder acceder a pagar una de esas viviendas, sea donde sea, y vivir allí con su marido ya que, según comenta a FARO, desde que éste no puede valerse por sí mismo ella ha perdido toda su libertad. Dice conocer que estas viviendas adaptadas no están siendo entregadas, por lo menos en su totalidad, a personas con discapacidad ya que asegura que una persona que ella conoce ha tenido la oportunidad de adquirir una de ellas al tener una familia numerosa.

La lucha de esta pontevedresa por poder darle a su marido la vivienda que necesita comenzó hace siete años cuando en Santiago de Compostela se le confirmó que su marido debía vivir en una de estas viviendas. La persona que se encargó de tramitar el asunto en la capital gallega realizó un escrito conforme ellos eran los afectados y tenían razón en sus reclamaciones. Le dijo a Lucía que volviera en el período de un mes y cuando ella quiso ponerse en contacto esta persona "desapareció", tal y como indica esta pontevedresa.

Para poder solucionar este problema Lucía Loira va del Concello de Pontevedra a la Xunta de Galicia y de la Xunta al Concello pero, según argumenta, "cada vez me comentan una cosa distinta, entonces no sé ni cómo está el tema ni lo que van a hacer". Una de las explicaciones que le dieron en Pontevedra fue que no había entregado uno de los papeles y ella se pregunta si no sería entonces la persona a la que se le tienen que entregar este tipo de papeles la responsable de pedir alguno en caso de que en el momento de la entrega no esté.

Esta vecina de Mourente también asegura que a su marido lo excluyeron de las listas alegando que tenían dos viviendas en propiedad y recalca que eso no es cierto, además, afirma que la vivienda en la que vive su marido no es de él, sino de ella.

Según comenta Lucía es el Concello de Pontevedra el que tiene que hacer un informe para la Xunta y que si a esta "le llega un informe en el que pone que tienen dos viviendas lo normal será que se fíe del ayuntamiento". A juicio de la afectada "uno le echa la culpa al otro y el otro al uno y -como dice el dicho popular- entre unos y otros la casa sin barrer".

Lucía tan solo quiere que se le conceda algo a lo que dice tener derecho. Sabe que en la urbanización de Monte Porreiro hay viviendas adaptadas en las que su marido podría disfrutar de cierta autonomía aunque le daría igual tener que trasladarse a otro lugar de Galicia, donde supone que también existen, con tal de poder acceder a una de ellas.