La Consellería de Medio Rural autorizó el pasado año más de 600.000 quemas agrícolas y forestales, además de promover de manera directa un número importante de quemas de monte raso para favorecer el pastoreo. Son dos datos, apunta la Organización galega de comunidades de montes veciñáis, que ponen en evidencia la existencia de una arraigada cultura "del fuego" en Galicia y de la apuesta de la administración por que las quemas se mantengan como una herramienta esencial en las tareas agro-forestales.

Es hora, apuntan, de impulsar otras prácticas de explotación forestal más sostenibles y de hacer campañas específicas sobre los graves perjuicios económicas, sociales y ambientales de los incendios y sus secuelas en el tiempo.

En cualquier caso, subrayan, es necesario no criminalizar todos los incendios ya que en muchos casos son fruto de una accidente o una negligencia.