- Hablaba usted en la asamblea de una "línea roja" que Defensa no puede traspasar en esta negociación.

- Lógicamente. Si nosotros estamos tratando de hacer todo esto de una forma responsable y coherente y vemos que desde la otra parte no se actúa igual, pues marcamos una línea roja que no se puede traspasar. Porque se dicen unas cosas que menos mal que somos los propietarios legales del terreno, que si no a saber cómo nos pondrían. La línea roja es que traten de confundir, engañar, falsear, embarullar. Y una forma de falsear la realidad es decir que la base se va a ir de aquí. Ellos mismos reconocen que no se van a ir de ahí cuando nos dicen que tienen una inversión de dinero muy grande ahí que no van a dejar atrás, y por otro lado nos proponen que se la compremos nosotros por una cantidad astronómica de dinero que saben que no tenemos, al margen de que los montes son inembargables.

- ¿Por qué han pedido autorización a la asamblea para convocar movilizaciones si es necesario?

- Por que si ellos se saltan esa línea roja de la que hablábamos, si lo que pretenden es marearnos, seguir utilizando el monte sin tenernos en cuenta, si pretenden seguir actuando como si fueran los amos, cuando no lo son, lógicamente convocaremos las movilizaciones que sean necesarias para defender el patrimonio comunal. Para eso nos ha autorizado la asamblea. Les tendremos que recordar de nuevo que el monte es nuestro. Nunca con la intención de echarlos, sino de recordarles que están en nuestra propiedad y que podrán utilizarla siempre y cuando cuenten con nosotros.

- ¿En qué situación se encuentran las otras comunidades afectadas?

- Están pendientes de sus respectivos procesos. Figueirido y Vilaboa tienen el mismo equipo técnico y jurídico que nosotros, de modo que la valoración va a ser la misma que la nuestra.