Dos ciudadanos rumanos, Adrián E. B. y Mihai Ch., aceptaron ayer penas que suman cuatro años y dos días de prisión para cada uno como autores de dos delitos de detención ilegal. Según reconocieron ayer ellos mismos ante los magistrados de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, los dos retuvieron contra su voluntad a dos personas, las amenazaron y las golpearon para lograr que desvelaran el paradero de una expareja de uno de los acusados, Adrián E. B., en una rocambolesca historia que tuvo como escenario las carreteras del norte de la provincia de Pontevedra, de Ourense y de la comarca de Santiago.

Los acusados, en prisión preventiva desde que fueron detenidos hace nueve meses, reconocieron que el 20 de agosto de 2012 cruzaron su vehículo delante del de otro ciudadano rumano a la altura de Goiás, en Lalín, y lo obligaron a bajar del vehículo y a introducirse en el de los acusados en donde lo golpearon y le amenazaron con un cuchillo tras llevarlo a una zona de monte. Le exigían que desvelase el paradero de la exnovia de uno de los acusados. Lo mismo le pidieron más tarde a una mujer a la que también retuvieron por la fuerza y a quien llegaron a amenazar con una pistola simulada que resultó ser un mechero, llegando también uno de ellos a golpearla.

Tras una breve suspensión del juicio para contar con la presencia de un traductor de rumano en la sala, los acusados aceptaron la rebaja de pena solicitada por el fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, que retiró la acusación por los delitos de amenazas, al entender que ya estaban recogidos en el de detención ilegal. Así, además de los 4 años de cárcel también deberán abonar sendas multas de 120 euros cada uno por las faltas de lesiones e indemnizarán a cada una de las víctimas con 245 por las lesiones y secuelas que sufrieron. Los magistrados de la Audiencia dictaron sentencia condenatoria en la sala.