La Policía Local acaba de poner en marcha un novedoso y poco frecuente servicio de ayuda a los ciudadanos: una unidad especializada en la mediación en conflictos entre particulares, formada por siete personas (un inspector, un oficial y cinco agentes) cuyo objetivo es tratar de resolver por la vía pacífica disputas, discrepancias y desacuerdos de carácter privado con el fin de "evitar en lo posible situaciones que pueden acabar en delitos y en la vía judicial", según explicaron ayer el jefe de la Policía Local, Daniel Macenlle, y la concejala de Seguridad, Carme Da Silva.

Esta función de mediación forma parte, por ley, de las funciones de la Policía Local y ya se realizaba hasta ahora, si bien se ha optado por crear una unidad concreta, con formación específica y a la que cualquier ciudadano podrá acudir de forma voluntaria. Ruidos molestos de un vecino, diferencias con los lindes, disputas de convivencia y cualquier otro conflicto que pueda resolverse por la vía del diálogo serán atendidos por esta unidad, que escuchará a las dos partes y ofrecerá una "propuesta de solución imparcial" que puede ser aceptada o no por los implicados, sin ninguna consecuencia posterior por parte de la Policía Local.

Da Silva señaló que "en el fondo se trata de recuperar una figura que existía en muchas parroquias, unas personas de bien o ancianos a los que se acudía para resolver pacíficamente disputas entre vecinos". Por su parte Macenlle aclaró que esta mediación se iniciará "cuando seamos requeridos para ello" pero también podría ser ofrecida de oficio si se tiene constancia de algún caso susceptible de entrar en este servicio "con el fin de evitar pleitos que acaban siendo carísimo y tardando mucho tiempo".

Aunque no se han dado muchos casos hasta ahora, los agentes sí trabajan en la actualidad en "seis o siete asuntos" y se da la circunstancia de que ayer mismo, antes incluso de su presentación pública, un ciudadano ya solicitó este servicio en la jefatura de la Policía Local.

Macenlle explicó que esta iniciativa que no existe en muchos concellos (se tiene constancia de que la hay en Villarreal o Barcelona) "ofrecerá soluciones basadas en el sentido común y no se trata de dar la razón a uno o a otro, sino de plantear una salida que sirva a ambas partes".