El gobierno local acordó ayer licitar por 1,2 millones de euros las obras de remodelación de la avenida de Lugo (entre las rotondas de las calles San Mauro y Juan Carlos I). Se trata de la segunda gran actuación de reforma urbana del PSOE y del mandato, tras la de Santa Clara, ya en licitación por algo más de 700.000 euros. El presupuesto de licitación de la avenida de Lugo es de 1.246.480 euros, financiación que se reparte en dos ejercicios económicos: 500.000 euros con cargo al presupuesto de este año 2013 y el resto con cargo a la anualidad de 2014.

El concejal de Urbanismo, Antón Louro, destacó ayer que con la aprobación de este expediente están ya en marcha "las dos iniciativas urbanas más potentes de su departamento: la avenida de Lugo y la calle de Santa Clara", por lo que confía en que, en breve, ambas estén en obras.

El gobierno local destaca su apuesta por "embellecer una entrada importante al casco urbano y que ahora presenta un aspecto totalmente inapropiado" mediante un proyecto elaborado por los técnicos municipales y que fue presentado a los vecinos y comerciantes en sendos encuentros el pasado mes de abril. En la reunión con los comerciantes estos expresaron su temor de que se dificultase el estacionamiento a sus clientes, por lo que Louro insistió ayer en que uno de las principales objetivos de la actuación es la de "incrementar la rotación de los aparcamientos, estableciendo cordones de estacionamiento en linea, y también en dotar a la calle de zonas de carga y descarga de las que ahora carece".

Cambios en las rotondas

Según el proyecto presentado en su día, el tramo de la calle con un ancho superior a 24 metros, mantendrá el doble sentido de circulación. El plazo de ejecución se estima en un año, dado que se trata de una obra de gran volumen. A pesar de que el tramo que se reformará (entre la rotonda de Juan Carlos I y la del cruce de la calle San Mauro) tiene una longitud de solo 258 metros, el gran ancho de la vía hace que la superficie total a trabajar alcance los 8.197 metros cuadrados.

La obra dará gran importancia al diseño de las dos rotondas que marcan sus extremos. La de Juan Carlos I tendrá un diámetro interior de unos 18 metros y otro de circulación de 36 metros. La pequeña glorieta del entronque con la travesía de San Mauro, que se considera "poco funcional en su actual diseño", se ampliará a 11,5 metros en su estructura interna y a 27,3 metros en el bordo exterior de circulación.

En cuanto a las aceras, la previsión es que tengan un ancho superior a los tres metros y estarán realizadas con adoquín cerámico y loseta hidráulica, adornadas por bandas de piedra. A ambos lados contarán con una fila de cerezos. La obra incluye la renovación completa de los servicios de aguas pluviales, saneamiento, abastecimiento de agua y red contraincendios, así como la dotación del nuevo sistema de iluminación pública.