Casi al mismo tiempo que se iniciaba en los juzgados de la capital el juicio contra el impulsor del primer club cannábico que se creó en la ciudad de Pontevedra, una operación conjunta de la Policía Nacional y Local acaba de desmantelar un punto de cultivo y venta de marihuana vinculado a lo que parece otra asociación de las mismas características.

Al menos, esta es la explicación que habrían dado a la Policía los tres detenidos para justificar su relación con las dos plantaciones que los agentes hallaron en un local de la zona vieja de Pontevedra y en Vilaboa. En total, según informaron ayer fuentes de la Comisaría, la bautizada como "Operación Duelo" se cerró con 5,2 kilos de marihuana incautada, además de 13 gramos de hachís, una furgoneta, dos básculas de precisión, 340 euros y numerosos útiles para el cultivo de estas plantas tales como deshumidificadores, extractores, tubos de ventilación, filtros de carbono, ventiladores y fertilizantes, entre otros.

Denuncia vecinal

La investigación la iniciaron los agentes de la Policía Local de Pontevedra el pasado mes de marzo después de recibir informaciones vecinales acerca de la existencia de un posible punto negro de venta de sustancias estupefacientes en una vivienda del casco antiguo de la ciudad, a donde acudían cada día numerosos jóvenes y de la que brotaba un fuerte olor a marihuana. Los funcionarios municipales realizaron las primeras vigilancias y lograron identificar a dos personas que acababan de salir de la citada vivienda y a los que se les incautaron pequeñas cantidades de marihuana.

Tras esta actuación policial, y ante las sospechas de que los supuestos implicados en la venta de marihuana pudieran estar preparando una plantación aún mayor fuera del municipio; la Policía Local puso estos hechos en conocimiento de la Fiscalía Antidroga de Pontevedra así como de la Policía Nacional, que continuó con la investigación. Una vez que los agentes del Grupo de Tráfico Medio de Estupefacientes de la Comisaría asumieron las pesquisas intentaron corroborar la venta diaria de marihuana en la vivienda de Pontevedra, así como averiguar la ubicación de otras posibles ubicaciones que pudieran tener los sospechosos en otros puntos de la provincia. Concluidas las vigilancias y seguimientos, la Policía Nacional reunió indicios suficientes para pensar que se estaban dedicando a cultivar y vender la droga por lo que solicitaron ante el juzgado un permiso de entrada y registro tanto de la vivienda de Pontevedra como de una casa con una finca en Vilaboa a la que iba habitualmente uno de los detenidos.

En la vivienda de la zona vieja de Pontevedra se intervino en una habitación una plantación de marihuana con plantas de distinto tamaño que crecían vigorosamente en un habitáculo perfectamente acondicionado para su cultivo con focos, deshumidificadores, ventiladores, cilindros de carbono para absorber olores, entre otros mecanismos. En otra de las habitaciones se encontraban diversas plantas en proceso de secado y en otra de ellas "cogollos" de la referida sustancia preparados para su venta. Señala la Policía Nacional que, con esta intervención, se desmanteló en la referida vivienda "todo el proceso de cultivo, elaboración, preparación y venta de marihuana para su posterior distribución a terceros".

En la casa de Vilaboa los agentes hallaron otra plantación en ciernes, en la que se intervinieron más de 130 esquejes de plantas de marihuana en un primer estadio de cultivo y que habían sido arrancadas por las macetas por dos de los detenidos tras tener conocimiento del primer registro efectuado en la vivienda de Pontevedra. También se encontraron numerosos efectos para el cultivo de estas plantas.

Los tres detenidos son un varón de 38 años vecino de Pontevedra encargado de la casa del casco antiguo, otro pontevedrés de 40 años que intentó hacer desaparecer la plantación en ciernes hallada en Vilaboa y un varón de 33 años y vecino de Ourense encargado de la vivienda en Vilaboa. Según fuentes policiales, habrían alegado que pertenecían a un club cannábico.