Los restos arqueológicos de la plaza de Valentín García Escudero que estaba previsto cubrir ya están tapados con arena. En los próximos días se añadirán las capas de zahorra y césped para completar la recuperación de un espacio que aún dejará al aire parte del yacimiento, en concreto los restos más valiosos, como los viejos arcos del puente de O Burgo, parte del muelle medieval y un tramo de muralla.

En todo caso, quedará disponible incluso más espacio del esperado, con superficie suficiente para la instalación de un parque infantil, eso sí, más modesto del que se diseñó hace años. Se dispone ya de un presupuesto de unos 60.000 euros para estos juegos, una actuación "necesaria para dinamizar la zona", según explica Luis Bará. No obstante, aún no está decidido el espacio concreto en el que se ubicará. Podría instalarse en las proximidades de la plaza del Muelle o al otro lado de la plaza, pero siempre encima de la superficie con césped.

Al margen del parque infantil, están previstas otras obras complementarias en la futura plaza, una vez que se desplacen las vallas perimetrales. Así se creará alguna nueva senda peatonal por medio del césped para mejorar la comunicación con la parada de autobús, una parada que también presenta deficiencias, como el alumbrado. El Concello ha constatado que esta marquesina "cuenta con muchos más usuarios de los que esperábamos" y se quejan no solo de sus reducidas dimensiones sino también de la escasa protección que ofrece los días de lluvia y viento.

Entre las actuaciones complementarias en la plaza de García Escudero figuran el posible traslado de la réplica del miliario hallado en 2006 en el yacimiento, así como la instalación de señalización que informe al visitante de lo que se localiza en el subsuelo y que constituye, según Bará, el "acta de nacimiento de la ciudad". También se ampliará la acera entre los restos y los edificios.