La contratación en la ciudad del Lérez inició un ligero repunte a finales del mes de marzo, coincidiendo con la Semana Santa, que se mantuvo al alza el pasado mes hasta alcanzar las 58 nuevas relaciones laborales diarias. Tanto organizaciones empresariales (Aempe o CEP) como sindicatos (CC.OO, CIG O UGT) auguran que se mantendrá una sostenida línea ascendente hasta el verano debido al habitual tirón estival vinculado a la hostelería, al comercio y, de manera creciente, a un amplio abanico de servicios empresariales: asesorías contables y jurídicas, de comunicación, de posicionamiento en la red, de formación...

El Instituto Galego das Cualificacións recoge que en abril se formalizaron 1.737 nuevas relaciones laborales en la capital, casi un centenar más que el mes inmediatamente anterior en el que cayó las vacaciones de Semana Santa, una campaña que resultó un fracaso como tal lo reconocieron en su momento las propias asociaciones de hoteleros de Pontevedra y Sanxenxo que cifraron la ocupación media en torno al 42%.

Si se toma como referencia el mes de abril de 2012 -en el que se enmarcó la Semana Santa- la comparativa también arroja un pequeño saldo positivo dado que frente a los 1.737 vinculaciones empresa-trabajador registradas en Pontevedra se formalizaron 1.617 en el mismo mes del año anterior.

El desglose de las contrataciones recogidas por este organismo público, ligado a la Consellería de Traballo, permite constatar que la eventualidad es el escenario dominante con creces en el mercado laboral pontevedrés ya que solo el 8,2% de los nuevos contratos firmados en abril fueron indefinidos. En términos absolutos se contabilizaron 144 de los que 64 (el 44,4%) fueron indefinidos a tiempo parcial.

Si en el cómputo general de las nuevas relaciones de trabajo registradas en abril, el género no supone un elemento diferenciador -877 contratos llevaban una firma de mujer y 860 de varón- sí es determinante, junto con la edad, si el foco se sitúa sobre la tipología contractual.

Perfiles distintos

Así se constata que son mujeres el grueso de los beneficiarios del 8,2% de los contratos estables y se sitúan en la franja de edad comprendida entre los 40 y 50 años, siendo más significativa el predominio femenino cuando se trata de contrataciones indefinidas a tiempo parcial. Son ellas las que asumen la conciliación familiar pero también son en ellas en las que confían los empleadores de pymes a la hora de dar más responsabilidades, incluso de ponerse al frente del negocio cuando no están, según reveló un informe sobre el mercado laboral, de ámbito provincial, realizado por el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE).

A la hora de desglosar los contratos temporales del último mes en la ciudad de Pontevedra se constata un descenso en la edad de los trabajadores elegidos respecto a los seleccionados para empleos indefinidos ya que la media se sitúa entre los 25 y 35 años, en el caso de los eventuales con contratos de jornada completa y en la franja de los veinte a los treinta años cuando la jornada es a tiempo parcial.

Se da la circunstancia de que los empleadores se decantan en el primer caso por los varones: 565 se incorporaron al mercado de trabajo frente a 349 mujeres. En el segundo caso optan mayoritariamente por ellas: 405 chicas fueron contratadas en abril a tiempo parcial por 219 chicos.

El tipo de empleo que están detrás de estas diferencias, en buena medida, explican el por qué. En los contratos temporales de jornada completa predominan los de obra o servicio relacionados en muchos casos a sectores tradicionalmente masculinos como la industria o la construcción, en tanto que los de a tiempo parcial están más relacionados con la hostelería y refuerzos comerciales, dos actividades altamente feminizadas.

Modalidades minoritarias

El Instituto Galego das Cualificacións recoge el escaso peso que tiene en el mercado laboral local otro tipo de modalidades contractuales como puede ser las de prácticas o formación. Bajo este epígrafe solo se firmaron durante el último mes 40 vinculaciones de trabajo, todas ellas, por imperativo legal, de menores de 30 años.

En el cómputo de esta tipología de contratos, que no deja de ser anecdótico, fue mayoría la mano de obra femenina: en 25 de los casos.