Cualquier actuación de carácter viario que se lleve a cabo en el municipio no será suficiente para resolver la "saturación" de tráfico actual de Pontevedra si no está acompañada del desarrollo efectivo dos viejos proyectos que acumulan ya notable retraso: la circunvalación que promueve Fomento desde hace años y la ronda urbana que la Xunta no parece dispuesta a asumir en su totalidad. Así lo admite la propia Axencia Galega de Infraestruturas en su "Plan sectorial de la red viaria de Pontevedra y su área de influencia", un documento que trata de planificar las futuras carreteras en la ciudad y otros 13 municipios del entorno para el periodo 2013-2030.

Sin embargo, pese a que se alerta de la "necesidad" de la circunvalación y la ronda como únicas vías para resolver los problemas locales de tráfico, ambos proyectos figuran en el documento con escasas previsiones de ejecución. La circunvalación queda en manos de Fomento, sin ningún plazo concreto, y la ronda urbana se vincula directamente a un PXOM que permanece paralizado desde hace más de un año por discrepancias entre el Concello y la Xunta.

El Plan, que la Axencia someterá en breve a su análisis ambiental, detalla que "Pontevedra y su área de influencia presentan una problemática de tráfico debido, en parte, a la configuración geográfica de la ciudad, muy compacta en su zona central, que ha crecido en torno al casco antiguo (actualmente peatonalizado) con calles por lo general de un único carril por sentido y por lo tanto de escasa capacidad". Tras admitir que "el río Lérez ha constituido una barrera al crecimiento hacia el Norte ", al Sur del río se creó una ronda interna (Beiramar) "que circunvala el casco antiguo de la ciudad, si bien con evidentes problemas de saturación por la elevada densidad edificatoria y el alto grado de urbanización de las zonas atravesadas".

Pone de manifiesto que "la única circunvalación de la ciudad con vías de capacidad suficiente" es la conformada por la "AP-9, PO-10, PO-11 y PO-12, si bien no es suficiente para solucionar los problemas del tráfico que llega a la ciudad", ya que "soportan una intensidad de tráfico muy elevada con frecuentes congestiones en horas punta". Esto "obliga a los vehículos a circular por calles del casco urbano aunque se dirijan a puntos situados fuera de la propia ciudad", lo que genera atascos en el centro. Una situación similar se produce en la N-550, especialmente al sur de la ciudad, y la N-541 (Pontevedra - Ourense) en su tramo más próximo al casco urbano".

Es aquí donde el plan ponen sus esperanzas de solución en la circunvalación y la autovía A-57, que "conformarían una circunvalación completa de la ciudad que evite que los vehículos de más largo recorrido que deban atravesar la ciudad se vean obligados a transitar por la AP-9, como sucede hasta el momento". Sin embargo, es una actuación ajena a la Axencia Galega de Infraestruturas, sin plazo alguno definido.

En cuanto al viario más interior del casco urbano, el documento cita tres ejes viarios: Beiramar, José Malvar-Doce de Novembro y Eduardo Pondal-plaza de Galicia-Reina Victoria, recorridos insuficientes que "ponen de manifiesto la necesidad de una ronda urbana con un diseño más integral y orientada a dar un servicio periurbano, intermedio entre el que ofrecen estas avenidas y el de las circunvalaciones exteriores, planificadas para el tráfico de más largo recorrido".