El alquiler que pueda llegar a pagar el Ministerio de Defensa por el uso, por parte de la Brilat, de los terrenos de Salcedo que un juzgado devolvió a los vecinos "no se va a meter en una cuenta" sino que se utilizará para poner en marcha un ambicioso plan de regeneración, recuperación y puesta en valor del monte que "durante cincuenta años fue deteriorado" por el Ejército. Así lo anunció ayer el presidente de la comunidad de montes de la parroquia, Fernando Pintos.

Y la primera iniciativa para conseguir ese objetivo de devolver el monte al uso público será el próximo domingo, día 21, con una salida desde el lugar de Armada por el entorno del campo de tiro y la "aldea afgana" para divulgar el patrimonio forestal, arqueológico y etnográfico del monte de San Martiño.

El objetivo de esta ruta es mostrar "los inicios del proyecto que queremos llevar a cabo para actuar en unas cien hectáreas", en buena parte recuperadas por los vecinos tras una sentencia judicial, un plan que ya comenzó en una franja de 120.000 metros cuadrados con limpiezas, repoblaciones y "restauración de la superficie maltratada". Todo ello se pretende financiar con los fondos que se obtengan de Defensa una vez que se entablen las negociaciones formales al efecto. Pintos, que ayer mantuvo una reunión con mandos de la Brilat para trasladar de ubicación el campo de tiro, explicó que "ya hay acuerdo para que la base siga donde está y de las 170 hectáreas devueltas por el juzgado, la Brilat mantendría el uso de 92 y el resto volvería a disfrute vecinal". Es la cuantía del alquiler de las primeras 92 hectáreas la que está sin decidir pero si está claro que esos fondos "volverán al monte" con una actuación en profundidad que incluye el derribo de la polémica "aldea afgana" en la que se entrenaban los militares. Por el momento los comuneros no quieren desvelar qué cantidad pedirán a Defensa, a la espera de unas negociaciones "cara a cara", si bien confían en que para la asamblea del 1 de junio "ya tengamos avances al respecto".

Pintos asegura que "la relación está totalmente normalizada, ya que ellos trabajos en una zona más alejada y nosotros actuamos en la mejora del monte", en especial el que "estuvo durante cincuenta años abandonado y está repleto de especies invasoras" que habrá que eliminar progresivamente.