La limitación de velocidad y la implantación de medidas de calmado del tráfico unido a un diseño urbano que apueste por la humanización de las ciudades es, como principio general, aplaudido por el Intendente principal de la Policía Local de Pontevedra por lo que conlleva de disminución de la siniestralidad viaria (en cantidad y gravedad), ahorro y mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Dicho esto, Daniel Macenlle reconoce que cada localidad debe buscar y ajustar su modelo.

"Nuestro modelo no se puede importar a otras ciudades tal cual pero sí su filosofía de base" explica este responsable policial a quien, del ejemplo pontevedrés le gusta especialmente "la apuesta por la redistribución de los espacios públicos, que son limitados y que estaban copados por los coches, para devolver una parte a los peatones".

Es esta filosofía de fondo, "devolver la ciudad a los ciudadanos" , la que es susceptible de aplicación en otras realidades, subraya Daniel Macenlle, que valora positivamente el planteamiento generalista de limitación de velocidad que impulsa Ecologistas en Acción.

En distintos países de la Unión Europea, y también en distintas localidades españolas, se han puesto en marcha medidas encaminadas a reducir la intensidad del tráfico urbano, la contaminación que este genera y fomentar el uso de transporte alternativo al coche particular: bicicleta o transporte público.

La prohibición del tráfico en el centro urbano y/o áreas históricas; la penalización económica de la circulación en coche por estas mismas zonas; autorizaciones para la circulación exclusiva de transporte público colectivo y servicios o la circulación alternativa de vehículos con matrículas par o impar son algunas de las fórmulas elegidas por ciudades europeas para calmar el tráfico y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Experiencias implantadas en ciudades pequeñas como York, Derry, Harlem, Guitarreas, Cracovia o Dubrovnik pero también en urbes como Londres, Amsterdam, Lisboa, Bruselas, Dresde, Munich o Zagreb demuestran la viabilidad de dichas iniciativas y marcan el camino hacia un futuro en el que los coches ceden protagonismo a los peatones.