La reunión de hoy marcará un punto de inflexión. Comités de empresa y dirección de Ence volverán a sentarse para intentar acercar posturas en un contencioso -la propuesta de 144 despidos- del que difieren desde el planteamiento inicial hasta el objetivo final pasando por las argumentaciones organizativas y económicas esgrimidas para justificar la regulación de empleo. S

Los comités de los cuatro centros de trabajo del grupo (las fábricas de Pontevedra, Navia y Huelva y de Oficinas centrales) mantuvieron ayer una reunión para cotejar y unificar sus respectivos informes sobre la "inadecuación" de recortar plantillas y elaborar una serie de demandas de información adicional que presentarán hoy a la empresa. Su meta es conseguir que la compañía dé marcha atrás. En caso contrario se activará el calendario de movilizaciones ya diseñado por los representantes de los trabajadores, con la autorización expresa de sus respectivas asambleas.

Ence pretende apurar un ERE extintivo que, de prosperar en los términos planteados ya ante la autoridad laboral, reducirá en 39 trabajadores la plantilla de Pontevedra, en 49 la asturiana y en 50 la ovetense, además de en seis empleados los servicios centrales del grupo.

Informes para rebatir

El comité de la fábrica de Lourizán rebatirá los despidos previstos para Pontevedra argumentando que una reducción de la plantilla "pone en riesgo la seguridad de las personas y de las instalaciones" además de hacer peligrar (desde un punto de vista cualitativo y cuantitativo) la producción de la factoría, según explicaba ayer Suso Graña. El presidente del comité pontevedrés apuntaba que precisamente hace dos días llegó a la fábrica un informe sobre riesgo sociolaboral de un operario sobrecarga de trabajo, solicitado por la autoridad laboral, que acredita el riesgo denunciado e insta a la dirección a tomar medidas y "precisamente el ERE recoge una carga adicional de trabajo para este puesto".

Si Pontevedra hará hoy hincapié ante la dirección de Ence sobre aspectos relacionados con la seguridad para reclamar que no haya despidos de una plantilla "viene ajustándose en los últimos años" y que ya no tiene, en su opinión, margen para más reducciones; el comité de Huelva pondrá sobre la mesa lo absurdo que es recortar una nómina de trabajadores que acumularon 30.000 horas extras en el último año, mientras que el comité de Navia (Asturias) apostará por una exposición genérica de necesidades presentes y futuras para pedir que no se reduzca la nomina asturiana.