El sector servicios, y de manera especial el comercio y la hostelería, se mantiene como el elemento dinamizador por excelencia de la economía local, toda vez que la administración, el principal "empleador" de la ciudad está cercada por los recortes y ajustes presupuestarios, y la renqueante industria (automoción, textil, metal, naval) y la construcción no encuentran fórmulas para regenerarse. Pontevedra -cuyo tejido empresarial articulado en torno a pymes demuestra una gran capacidad de resistencia- es incapaz de generar nuevos "nichos" de empleo y a pesar de ello el mercado laboral se mueve.

Durante los dos primeros meses del año, un total de 3.688 personas se incorporaron o reintegraron al mundo del trabajo de la ciudad del Lérez, un bimestre durante el cual firmaron 4.894 contratos, de los que el solo 553 fueron indefinidos, según los datos recogidos por el Instituto Galego de Cualificacións, organismo dependiente de la Consellería de Traballo. Estos cifras suponen un incremento del 5,6% de trabajadores (196 en términos absolutos) y del 11,8% de los contratos registrados en Pontevedra (519 más) en el mismo período del 2012.

Se da la circunstancia de que algo más del 40% de los contratado (1.524) y de las relaciones laborales (1.991) formalizadas en enero y febrero de 2013 en Pontevedra tienen como beneficiarios a personas de fuera de la ciudad, el grueso de otros ayuntamientos de la provincia. Una realidad que tiene mucho que ver con la doble condición de cabecera de comarca y capital administrativa de Pontevedra.

Paralelamente, siempre tomando como referencia temporal los pasados meses de enero y febrero, 1.091 pontevedreses encontraron trabajo fuera de la ciudad -el 29,5% de todos los que firmaron una nueva relación laboral- y en este caso localidades de la provincia y de Galicia fueron el principal destino, dándose la circunstancia de que en muchos caso la incorporación laboral no implicó un cambio de domicilio.

Por último, el Instituto Galego de Cualificacións recoge que otros 1.073 pontevedreses renovaron contrato en el primer bimestre del año, firmando en estos dos meses 1.282 nuevas relaciones laborales.

Variable de género

Los perfiles de los trabajadores que protagonizaron el movimiento laboral de la ciudad en el arranque del año varían en función de si entran, salen o permanecen en el escenario local. Así los datos biográficos recogidos por el organismo adscrito a Traballo reflejan que entre los contratados que no son naturales de Pontevedra las mujeres, de entre 30 y 44 años son mayoría, aunque a una distancia no muy grande de varones de la misma edad. También son ellas las que suman más contratos, pero acortan distancias respecto a los registrados del año anterior.

En estas incorporaciones predominan de manera absoluta los contratos en los subsectores del comercio y la hostelería (que y ligados a campañas navideñas y de rebajas, una vez que la administración ha rebajado a lo mínimo imprescindible la contratación de personal sustituto y para cubrir vacaciones, en aras de la austeridad impuesta por el Gobierno y la Xunta.

Por su parte entre los pontevedreses que encontraron trabajo fuera de la ciudad los varones, entre 35 y 45 años, son mayoría. Entre ellos abundan, según conforman fuentes de Trabajo, los "excedentes" de la industria y la construcción que se reubican mayoritariamente en firmas del sector.

Respecto a los que mantienen el empleo en la capital, el reparto de contratos por sexos está más equilibrado y son las actividades terciarias las que copan las contrataciones, no en vano solo el comercio da empleo a cerca de 7.000 personas en Pontevedra, lo que le convierte en la segunda actividad con más peso laboral de la ciudad. La primera es la administración.