Desde diciembre de 2011, todo el marisco, especialmente almeja, que se extrae en Placeres debe someterse obligatoriamente a un periodo de depuración en una batea instalada a tal efecto en la ría de Aldán (Cangas). La razón es que ese banco está catalogado desde hace años como "C", a causa de la contaminación de aguas fecales que padece, lo que impide la subasta directa del marisco y obliga a esta depuración previa. Al cumplirse un año desde que la Consellería do Mar impuso este sistema, la Cofradía de Lourizán hace un balance agridulce y tiene claro que "la batea de Aldán es eficaz (porque al cabo de pocos días el marisco está en perfectas condiciones) pero no resulta rentable y no da los resultados que pensábamos en su principio", toda vez que el producto que se subasta en la lonja de Campelo tras pasar por la batea de Aldán no alcanza, ni de lejos, los precios de almejas de otros bancos de la ría que no necesitan esa depuración.

Por ello, este colectivo ha emprendido una nueva cruzada para que el banco de Placeres mejore su estado sanitario y pueda subir de categoría, al menos a la "B". Entienden que es la única solución para garantizar una actividad permanente en el banco y unos precios competitivos.

Pero para elevar esa categoría es indispensable que se eliminen los vertidos a esa zona de marisqueo. Ayer plantearon esta demanda al alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores, como ya lo han hecho con el de Poio, y tienen previsto mantener reuniones parecidas con Augas de Galicia y con el Intecmar, el departamento de la Xunta que realiza los análisis.

María del Carmen Vázquez Nores patrona mayor de Lourizán recordó ayer que en breve el pósitos dispondrá de 75 puestos más, otorgados en sustitución de jubilaciones no cubiertas y otras bajas, y ante la llegada de nuevos mariscadores "queremos eliminar esa categoría C, que arrastramos desde hace años y nos hemos marcado el reto de llegar a la B". Pero para ello "es necesario que los análisis (de contaminación en el banco) sean perfectos durante un año completo y en la actualidad hay picos que lo impiden y que hay que suprimir".

Lores admitió que esos vertidos proceden de los tres concellos conectados a la depuradora de Placeres (Pontevedra, Marín y Poio) y se agravan en los días de lluvia "cuando la planta no tiene capacidad suficiente y desborda por los aliviaderos". A su juicio, la capital podría reducir esa carga contaminante de forma notable una vez que la Xunta ejecuta el saneamiento del río de Os Gafos, aún pendiente.

La batea de Aldán fue ideada por la Xunta como alternativa al sistema anterior por el que se subvencionaba a las mariscadoras por cada día que no podrían trabajar en Placeres. "Apareció esa posibilidad, al no haber subvenciones, pero está claro que no resulta rentable", insiste Vázquez, quien recuerda que "en los primeros meses los precios eran desastrosos, de menos de la mitad del marisqueo a flote". Admite, eso sí, que en la actualidad la situación no es tan mala, aunque lo atribuye a la mortandad de almeja que el exceso de agua dulce ha causado en las últimas semanas en bancos de Arcade y Arousa.