La empresa pública Acuanorte ultima los detalles para comenzar, tras cinco años de tramitaciones, el ambicioso plan para renovar el sistema general de abastecimiento a los cuatro municipios de la ría (Pontevedra, Marín, Poio y Sanxenxo) más Vilaboa, después de que haya analizado y contestado a las 89 alegaciones formuladas a la primera fase del proyecto, que afecta a la margen derecha de la ría. Según admite la propia Acuanorte en su documentación técnica, se ha desestimado "la mayor parte" de esas reclamaciones, entre ellas todas las procedentes de Sanxenxo (incluida una del Concello) y una amplia mayoría de las llegadas desde Pontevedra.

Tras resolver este trámite, la empresa pública tan solo debe solventar ahora el proceso de expropiaciones, que afecta a 124 fincas más otro medio millar con ocupaciones temporales, un proceso para el que ya trabaja en la contratación de una empresa especializada. En todo caso, mientras no se completa esa obtención de los terrenos, las empresas adjudicatarias de las obras, Vías y Construcciones y Técnicas de Desalinización de Aguas, sí podrían comenzar los trabajos en Poio, donde se renovará la vieja tubería principal que discurre bajo la PO-308 y que registra roturas continuas. Al transitar por espacios públicos, no es necesario aguardar a las expropiaciones. En su día, la directora general de Acuanorte, Isabel Pérez Espinosa, anunció ese inicio de obras para este mismo mes de marzo, pero podría aplazarse algunas semanas, a la espera de los permisos definitivos del ministerio.

Durante el periodo de exposición al público el plan de Acuanorte para Pontevedra, Poio y Sanxenxo (el de Marín y Vilaboa aún no ha llegado a esa fase ya que esos concellos se incorporaron más tarde) recibió 89 alegaciones, 74 de ellas de particulares, otras cinco de comunidades de montes, cinco más de usuarios de agua, cuatro de asociaciones de vecinos y tan solo una de un Concello, el de Sanxenxo. Entre los alegantes figuran la asociación de vecinos de Dorrón (Sanxenxo) y la de O Castro de Mourente (Pontevedra), los comuneros de Verducido, Mourente, Castro Lampán (Bora), Santa María de Xeve y San Andrés de Xeve, así como el partido político SAL de Sanxenxo. Las dos únicas alegaciones aceptadas se refieren a la variación del proyecto en Couso (Lérez), firmada por tres personas y que permitirá mantener los manantiales que abastecen a ese barrio, y a un cambio del trazado de la conducción en Casas Novas (Mourente), "siempre que se obtengan los permisos oportunos". En este segundo caso eran 44 las peticiones al respecto, que incluían otras demandas, que fueron rechazadas.

Seis modalidades

Acuanorte dividió estas reclamaciones en seis modalidades: 44 se referían a la modificación de trazados, específicamente entre Monte Porreiro y Casas Novas: 16 afectan a errores en la medición o identificación de las fincas; otras 21 pedían que se evitaran fincas u ortos bienes, todas rechazadas; cuatro más también desestimadas por reclamar que se desplazara algún depósito, tanto en Pontevedra como en Sanxenxo; en cuatro casos se pidió dotar de agua a núcleos próximos a la futura red; y en tres de las alegaciones se hacía referencia a la conservación de manantiales: son las referidas a Couso, las únicas de las 89 totales aceptadas por completo.

Desde la parroquia de Dorrón, en Sanxenxo, se formularon numerosas reclamaciones, ninguna de ellas aceptada, como tampoco se admiten las llegadas desde otros puntos de Sanxenxo, Mourente (entre ellos la comunidad de aguas de Raxeira), Lérez, Verducido, Monte Porreiro o Santa María y San Andrés de Xeve.