Nada más conocerse que Ence pretende sacar adelante un ERE extintivo, con el que pretende poner en la calle a 144 trabajadores, las plantillas de los distintos centros celebraron asambleas para autorizar a sus respectivos comités a contestar el expediente de regulación y a adoptar las medidas "necesarias y proporcionadas" para frenarlo, lo que implica desde una negociación con la empresa para revertir su decisión, hasta una mediación laboral, una posible reclamación judicial y un calendario de movilizaciones, con paros y huelga incluidos.

Con este respaldo acudieron a la reunión del pasado 28 de febrero pero, en contra de lo previsto por los sindicatos, en este encuentro no se oficializó el ERE sino que se dialogó sobre las presuntas causas objetivas que estarían detrás de la medida y la empresa intentó, sin éxito, que la parte social aceptase incluir la regulación en la negociación del que será el primer convenio marco del grupo.

Ambos procesos, ERE y convenio colectivo, se afrontarán en negociaciones por separado, lo que hace prever meses de tensión laboral.