Federico Cifuentes Pérez, presidente de la Diputación de Pontevedra entre 1979 y 1983, falleció ayer, a los 81 años, de manera repentina en A Coruña, ciudad en la que residía desde que fuera nombrado Alto Inspector de Educación del Estado para Galicia.

Será enterrado hoy, a las 17.30 horas, en el cementerio parroquial de San Vicente de O Grove, localidad en donde tenía su segunda residencia. Es, aseguran sus allegados, la tierra que consideraba como propia y allí está enterrado su hijo mayor, fallecido en el año 1991.

El que fue presidente de la primera Corporación provincial de la democracia era natural de Ávila y llegó destinado a Pontevedra en 1962 como inspector de Educación, área a la que estuvo vinculado toda su actividad profesional, antes y después de su paréntesis político.

De hecho, entre otras responsabilidades, fue nombrado director de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe con el cometido de poner la institución educativo-asistencial (que recogía a los internos del extinto Hogar provincial) en marcha.

Formó parte del llamado Movimiento de Maestros de la capital, que reivindicaba mejoras educativas y laborales en un momento en el que levantar la voz era un signo de rebeldía.

Entró en política de la mano de UCD (Unión del Centro Democrático), partido con el que concurrió a las elecciones municipales de 1979, las primeras de la recién estrenada etapa democrática, como número dos de la candidatura de Pontevedra que encabezaba José Rivas Fontán.

Su condición de concejal electo le abrió las puertas a la presidencia de la Diputación de Pontevedra, cargo que dejó para dar paso al actual presidente del Gobierno de España, un jovencísimo Mariano Rajoy Brey que iniciaba su carrera política.

En la institución se le recuerda, asegura el que fue su compañero de filas, el exalcalde Rivas Fontán, como un ejemplo "de caballerosidad y concordia democrática", lo que explica el homenaje unánime del pleno de la Corporación provincial en el día de su despedida.

Durante su mandato al frente de la Diputación pontevedresa firmó la compra del Castillo de Soutomaior que se incorporó así al patrimonio provincial y que hoy es emblema de la institución.

La última vez que participó en un acto público en la ciudad de Pontevedra fue en el año 2004 con motivo de la celebración de los 25 años de las Corporaciones democráticas.

El actual presidente, Rafael Louzán, que entonces tuvo oportunidad de departir con Federico Cifuentes, rercordaba ayer que "estuvo al frente de la Diputación en una etapa de transición entre dos mundos, dos modelos y dos sociedades diferentes" para añadir que "como sucede ahora, que vivimos en otra transición de modelos sociales y económicos a causa de la crisis, fueron precisos acuerdos, diálogo, consenso y altura de miras para situarnos en una etapa de crecimiento y desarrollo como la que entonces se inició en España".