Las 67 hectáreas que ocupa la Xunqueira de Alba, la principal zona húmeda de todo el municipio, son desde ayer, oficialmente, el primer Espacio Natural de Interés Local (ENIL) de toda Galicia, una declaración que "blinda" la plena conservación de un parque en el que se han catalogado más de 160 especies vegetales diferentes, otras 130 de aves, 14 de libélulas y más de cuarenta de mariposas, entre otro tipo de fauna y flora, alguna de ella en riesgo de extinción, que convierten a estas marismas en un "lujo" para los pontevedreses, con el añadido de que está a pocos metros del casco urbano, y más desde que se abrió el puente das Correntes, que ofrece una conexión peatonal directa.

La tramitación de esta ENIL fue iniciada por el Concello hace años y en octubre de 2009 recibió una primera declaración provisional, tras la que fue necesario elaborar un plan específico de conservación, un documento que fue aprobado definitivamente ayer por el Consello de la Xunta. De este modo, queda garantizado el objetivo básico con el que comenzó este proceso: preservar los recursos naturales de la marisma (la flora, la fauna, el paisaje y el agua), asegurar la conservación de las especies silvestres, desarrollar las lineas básicas para definir el sistema de uso público y, finalmente, promover la educación de este espacio natural y en general la divulgación de las características y beneficios que reportan los humedales.

Río Rons

La Xunqueira de Alba se localiza en el tramo final del río Rons, cerca de su desembocadura en el Lérez y constituye un "refugio" para numerosas especies, entre ellas aves migratorias, pero también cuenta con un sector dedicado al uso público, con senderos y miradores para el público. Por último, hay un ámbito notablemente degradado, ocupado por concesiones de terrenos de dominio público marítimo-terrestre, sobre las que existe la esperanza de que puedan abandonar este espacio a medio plazo, a expensas de las nuevas disposiciones de la futura Ley de Costas.

De hecho, el plan de conservación que elaboró en su día el Concello apostaba por este traslado, ya que en él se detallan los "regímenes de usos y actividades permisibles, así como las limitaciones necesarias para su conservación natural". Además, se analizan los riesgos a los que se enfrenta la marisma, como la existencia de animales y plantas invasoras, los usos abusivos o los vertidos, que aún se detectan periódicamente. En el decreto aprobado ayer por el Consello de la Xunta se "blindan" las medidas para "compatibilizar la protección de un espacio natural con el uso público y el goce de la naturaleza". Eso sí, los espacios con declaración ENIL deben ser gestionados por los concellos, ya que no forman parte de la Rede Galega de Espazos Naturais Protexidos pese a reconocerse su importancia ecológica.

La Xunqueira de Alba es el primer espacio natural gallego que obtiene este reconocimiento, por el que aguardan otras cuatro áreas en la comunidad: Illas de San Pedro (A Coruña), Loio-Ruxidoira (Paradela-Lugo), Boutureira (San Cibrao das Viñas-Ourense) y Puzo do Lago (Maside-Ourense).