La crisis centra toda la atención de los ciudadanos occidentales en los últimos años y desvía la atención de otros problemas, que ya existían antes de que los bancos dejasen de dar créditos a porrillo y que se han agravado con las dificultades económicas. Uno de los más graves de ellos es el de los inmigrantes irregulares, que en muchos casos se juegan la vida para llegar a Europa y tienen a España como una de sus principales puertas de entrada. Más de 20.000 personas nacidas en distintos países de África han fallecido en aguas del Estrecho de Gibraltar persiguiendo una vida más cómoda. Este no es un problema que toque de lejos a los gallegos, como explica Miguel Hernández, de la plataforma A Desalambrar. "Sabemos no que es extraño que aparezcan inmigrantes muertos en las cámaras frigoríficas u en otras zonas de los barcos de marineros. Se meten dentro como polizones e incluso tenemos registrado algún caso en el que fueron arrojados al mar", apunta.

Una buena parte de estos casos se detectaron en los puertos de Marín o Vilagarcía, por ello la playa de Lapamán, que comparten Bueu y Marín, se ha convertido ayer en uno de los escenarios de una acción reivindicativa que se extendió por 20 arenales de toda España, así como de Polonia, Croacia, Marruecos y Senegal. Los bañistas que acudieron a darse un chapuzón se quedaron sorprendidos ante más de un centenar de cruces confeccionadas con cañas y clavadas en la arena, cada una de ellas engalana con la foto de un inmigrante. Los participantes actúan "movidos por la angustia que nos genera sabernos cómplices de las graves injusticias que se están cometiendo contra los inmigrantes empobrecidos en todo el mundo". De ocho de la tarde a ocho de la noche permanecieron clavadas las cruces. En Galicia la acción también se trasladó a las playas de Carril, Burela, Foz y Viveiro.

Según explica Hernández, el objeto de la protesta no es solo pedir el final de las leyes de inmigración, sino de toda la legislación que española que maltrata especialmente a los extranjeros. Las últimas medidas adoptadas en materia de atención sanitaria e incluso la última reforma laboral, que daña especialmente a los inmigrantes, se encontrarían en este paquete.

La acción contó también con un puto de información en el que se explicaban las causas de la protesta "no violenta" a todo aquel que llegaba a la playa.