Vitaminas, un alto contenido de calcio, ácido fólico, hierro... Los especialistas señalan al caldo gallego como una de las recetas más saludables del invierno, tal y como recordaron ayer los nuevos cofrades de la Orde do Caldo al prometer solemnemente que defenderán la tradicional receta gastronómica de invierno.

Desde la madrugada alrededor de cincuenta cocineros y ayudantes colaboraron para preparar 6.000 raciones, todo un reto al frente del que se situó el cocinero José Manuel Torres Prezedo.

Y además de degustar el caldo en cazuelas, los asistentes pudieron comprar (a tres euros el envase) el primer caldo de Mourente enlatado. Después de varios ensayos (los primeros envases pudieron adquirirse en restaurantes de Canarias) ayer se comercializaron 300 latas de una remesa inicial y la previsión de los organizadores de la fiesta es que "en unos meses pueda estar disponible en supermercados".

Se trata de la receta tradicional a base de agua, patatas, carne y verduras (alubias, grelos y repollo) cultivados en Galicia, una delicia que ayer degustaron decenas de familias y grupos de amigos. A mayores de esta receta, pudieron solicitar cazuelas con oreja, ternera, lacón, panceta, chorizo, grelos... Todo un consistente menú para hacer frente a la amenaza de lluvia que caracterizó toda la jornada.

El delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, la vicepresidenta provincial Teresa Pedrosa, el concejal de Turismo Julio Castela o el actor Rubén Riós se sumaron a una fiesta en la que la organización homenajeó al vecino de Mourente Diego Pazos.

Por su parte, la fadista María do Ceo fue la pregonera de esta vigésima edición de la fiesta, una cita especial en la que se incorporaron como nuevos cofrades de la Orde do Caldo el conselleiro Alfonso Rueda (que el pasado sábado no pudo asistir a la imposición de capas y recibió la suya ayer), el director del Museo de Pontevedra, José Carlos Valle Pérez, la escritora, Premio Nacional de Literatura Infantil, Fina Casalderrey, la concejala popular Begoña Laya, el policía local jubilado Carlos Epifanio, la funcionaria provincial Marina Piñeiro y el industrial del automóvil José Piñeiro.

Todos ellos flanqueron a María do Ceo en un pregón en el que la cantante alternó trucos para preparar el mejor caldo, menciones a la historia o dichos con hermosos fados relacionados con las tradiciones gastronómicas.

La jornada sirvió a los organizadores para reclamar que la fiesta sea declarada de Interés Turístico Gallego, así como su incorporación al programa pontevedrés de Carnaval.

El presidente de la asociación vecinal "O Castro", organizadora de la fiesta, Santiago Laya, incidió en que el certamen gastronómico "ya es mayor de edad y consideramos que debe ser declarada de Interese Turístico Galego y que el concello debe incorporarla al programa del Carnaval".

Recordó la coincidencia de fechas entre el Carnaval pontevedrés y la Festa do Caldo e insistió en la importancia de la gastronomía en el Entroido gallego, muy especialmente de la receta del caldo, como argumentos para sumarla al programa oficial.

Y más allá de los pregones y reivindicaciones, los cientos de asistentes a la fiesta aprovecharon la mañana para recuperar fuerzas con el caldo y cumplir el dicho: Bebe caldo y manda al médico al diablo.